Descarga gratis nuestra App

Circo y pintura por un día para recibir a Díaz Canel mientras el pueblo sufre

Redacción de CubitaNOW ~ martes 7 de octubre de 2025

Article feature image

En Ciego de Ávila, lo que hasta ayer fue un basurero hoy brilla con pintura nueva, luces improvisadas y sonrisas forzadas. Todo por la visita del “presidente designado” Miguel Díaz-Canel, quien llegará este miércoles a la Escuela Primaria "Augusto César Sandino" para un acto simbólico donde impondrán pañoletas a los niños.

Un gesto que, lejos de inspirar orgullo, desnuda una vez más la hipocresía de un sistema que maquilla la miseria solo cuando hay cámaras cerca.

Vecinos reportan que durante días no hubo agua, que los apagones continúan y que el hedor de los contenedores desbordados era insoportable. Pero bastó el anuncio de la visita oficial para que, como por arte de magia, aparecieran brochas, cubos de pintura, escobas, flores y banderas. El espectáculo debe verse “digno” ante las cámaras del noticiero nacional, aunque detrás del lente la realidad siga siendo apagón, hambre y desesperanza.

Mientras en las aulas se prepara el teatro de la obediencia —niños vestidos impecablemente, maestros ensayando sonrisas y discursos— en las casas de enfrente la nevera está vacía. Los vecinos saben que el “embellecimiento” no es para ellos, sino para la propaganda. Al caer la noche, cuando la caravana se haya ido, volverá la oscuridad y el silencio impuesto por la falta de corriente y de futuro.

La visita de Díaz-Canel no deja beneficios duraderos, solo una escenografía temporal que se desmorona con la primera lluvia o el siguiente apagón. Es la metáfora perfecta del país: maquillaje sobre el caos, pintura sobre la miseria, palabras huecas sobre un pueblo agotado.

La verdadera Cuba no está en los murales recién pintados ni en las flores del acto escolar, sino en las colas interminables, en los hospitales sin medicinas y en los hogares donde los padres se preguntan cómo alimentar a sus hijos.

Una vez más, el régimen convierte la miseria en espectáculo. Y mientras el “títere dictatorial” posa para la prensa, el pueblo observa desde lejos, sin luz, sin pan y sin esperanza.

Del perfil,de La Tijera


Recomendado para ti

Tambien te puede interesar