La indignación crece en redes sociales tras conocerse el contraste más doloroso y vergonzoso del momento en Cuba. Mientras para un represor conocido como “Cal Viva” se desplegó todo un funeral de lujo —con flores traídas desde La Habana, café, chocolate caliente, refrigerios, guardia de honor y un cortejo de autos—, en los campos y barrios pobres del país los cubanos de a pie siguen llevando a sus muertos en carretón de bueyes.

Sí, así mismo: en pleno siglo XXI, cuando los dirigentes hablan de “justicia social” y “humanismo”, el pueblo llano tiene que cargar a sus seres queridos sin féretro digno, sin transporte, sin una flor comprada con dolor, solo con lágrimas y vergüenza.

La escena se repite una y otra vez en municipios donde ni siquiera hay combustible para ambulancias o carros fúnebres, pero sí para escoltar a quienes alguna vez reprimieron o callaron las voces del mismo pueblo que hoy entierra a sus muertos entre el polvo y la tristeza.

“Hasta que todo el pueblo se ponga de acuerdo y nadie trabaje más”, escribió una usuaria indignada. Otro comentó: “En este sistema corrupto, las almas buenas van al cielo, y las de ellos, al infierno que merecen”. Las redes se han convertido en el único espacio donde los cubanos pueden gritar lo que por miedo no se atreven a decir en las calles: que ya no hay respeto por la vida, ni por la muerte.

La diferencia es abismal. Los humildes son obligados a improvisar despedidas que duelen más que la propia pérdida. Esa desigualdad no solo refleja el colapso económico del país, sino el moral.

“Todo aquí es una hipocresía y un circo”, escribió Isabel Guerra. “Nosotros, el pueblo, no les interesamos. Ellos cuidan a los suyos; nosotros somos un estorbo”.

Cuba se hunde en una miseria que ya no es solo material, sino espiritual. Y mientras el régimen continúa premiando la lealtad y castigando la pobreza, la pregunta sigue flotando en el aire, cargada de rabia y tristeza: ¿Hasta cuándo tanto abuso, tanta desigualdad y tanto desprecio por la dignidad del pueblo cubano?

Fuente: La Tijera

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