El científico cubano Ariel Ruiz Urquiola lleva 48 horas en huelga de hambre y sed frente al Palacio Wilson en Ginebra, Suiza, sede actual de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

A inicios de esta semana, Ruiz Urquiola entregó una carta reclamando al Alto Comisionado que se pronuncie sobre las violaciones de derechos humanos perpetrados por el régimen de La Habana.

Estamos contra reloj. Necesitamos un rayo de luz como el que ilumina la foto. Es urgentísimo”, dijo en Facebook la ctivista cubana Avana De La Torre.

“Hoy se cumplen 48 horas desde que Ariel Ruiz Urquiola comenzó su huelga de hambre y sed frente al Palacio Wilson en Ginebra, Suiza, (sede actual de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) para reclamar los Derechos Fundamentales, como son derecho a regresar, un reclamo en nombre de todos cubanos”, agregó De La Torre.

De igual modo, la activista pide acabar con la complicidad con el régimen cubano. “No tenemos tiempo. Dejen de mirar hacia otro lado y dejen la complicidad con la dictadura”, sentenció.

Tal y como informó la redacción de Cubita NOW este lunes, en la misiva Ruiz Urquiola denunció que el Gobierno de Díaz-Canel impide la entrada a Cuba a su hermana, la académica Omara Ruiz Urquiola.

Fue el pasado sábado 25 de junio cuando la aerolínea estadounidense Southwest impidió a Omara abordar el avión con destino a La Habana después de que el régimen enviara una notificación a la empresa con la negativa de entrada al país.

“Estos son los resultados de hacer negocios con violadores de Derechos Humanos”, informó la profesora e historiadora del arte a los trabajadores de la aerolínea.

"No puedo vaticinar qué va a pasar conmigo porque estoy en shock. No contaba con semejante arbitrariedad. Mis propiedades están en Cuba, mi madre, mis animales, mi vida, todo está en Cuba y ellos deciden que no puedo entrar", agregó.

Omara, ciudadana cubana con todos sus papeles en orden y sin estatus legal en ningún otro país, viajó hace poco más de un año a Estados Unidos para recibir un tratamiento médico, después de conocer que en el Hospital Oncológico de La Habana estaban manipulando arbitrariamente los medicamentos que le suministraban para el cáncer que sufre.

“Ya me recuperé, no es mi interés emigrar… ya yo estoy en condiciones para regresar”, indicó la cubana.

"El Ministerio del Interior no da la cara que no tiene. En Inmigración y Extranjería del municipio Playa, zona en la que reside Omara, nos dicen que ella no tiene ninguna regulación y puede entrar al país sin problema. De ahí nos envían a la oficina de Inmigración en la terminal 2 del aeropuerto de La Habana, el mismo lugar al que nos remitió la representante de Southwest en La Habana, una señora llamada Georgette (si es que la inscribieron como se supone). En la oficina de Inmigración del aeropuerto nos envían a la sede del MININT en la Plaza de la Revolución. Nadie responde", señaló, por su parte, el escritor y periodista cubano Carlos Manuel Álvarez.

Recomendado para ti