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'Más socialismo, menos homofobia' pide Mariela Castro

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 12 de mayo de 2025

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Este sábado, La Habana vibró al ritmo de la conga organizada como parte de las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, un evento que, aunque estuvo marcado por la festividad, también estuvo cargado de tensiones y contradicciones inherentes a la política oficialista. La marcha, encabezada por Mariela Castro Espín, hija del ex presidente Raúl Castro y actual directora del CENESEX, reunió a varios cientos de personas que se desplazaron por la ciudad, ondeando pancartas con consignas como “Socialismo sí, transfobia no” y “Cuba es amor”.

El evento se enmarca en un contexto más amplio, ya que, según reportes oficiales, coincide con el debate de la Asamblea Nacional sobre un nuevo proyecto de Ley de Registro Civil. Esta ley, que busca facilitar el cambio de género en los documentos oficiales de las personas trans sin necesidad de una cirugía o una orden judicial, podría ser un avance significativo en los derechos civiles para la comunidad trans en Cuba. No obstante, el acto de apoyo al gobierno no estuvo exento de críticas, especialmente entre los activistas LGBTIQ+, quienes señalaron que la ley aún mantiene una perspectiva binaria de género, excluyendo a las personas no binarias.

Mariela Castro, al frente de la marcha, defendió los avances logrados por el país en materia de inclusión, asegurando que este proceso cultural comenzó con la Revolución. Sin embargo, muchos miembros de la comunidad LGBTIQ+ recuerdan cómo, durante años, la misma Revolución que ahora promueve la inclusión fue responsable de la represión hacia las personas LGBTIQ+. El ambiente en las calles de La Habana reflejaba la alegría del evento, pero también la frustración por la falta de una reparación histórica por las injusticias sufridas.

Una de las críticas más resonantes fue la falta de recursos para las cirugías de reafirmación de género, que anteriormente eran ofrecidas por el sistema de salud pública cubano y que ahora están suspendidas debido a la escasez de insumos. Esto dejó muchas promesas sin cumplir y aumentó el malestar de quienes siguen esperando una verdadera transformación en las políticas públicas.

La marcha, que forma parte del programa anual del CENESEX y se extenderá hasta el 18 de mayo, tiene como objetivo visibilizar las luchas de la comunidad LGBTIQ+ en Cuba. Sin embargo, algunos activistas destacan que este tipo de actividades, aunque positivas, no pueden ocultar las profundas limitaciones que aún persisten en cuanto a derechos y libertades para la comunidad. La verdadera inclusión, insisten, no se logra únicamente con celebraciones, sino con cambios profundos en las leyes y en las prácticas sociales.

Lo que muchos no olvidan es que, en 2019, cuando un grupo de activistas independientes intentó organizar su propia marcha contra la homofobia, la respuesta del gobierno fue violenta, con detenciones y represalias. Esta diferencia de trato entre las marchas oficiales y las organizadas de manera independiente subraya las limitaciones de la libertad de expresión y de organización en Cuba, donde las actividades de la comunidad LGBTIQ+ siguen siendo controladas y cooptadas por el aparato estatal.

La conga de este sábado, por lo tanto, no solo fue un momento de celebración, sino también un recordatorio de que la lucha por los derechos LGBTIQ+ en Cuba sigue siendo un proceso complejo, en el que las libertades individuales dependen en gran medida de la aprobación estatal. Mientras las leyes no aborden de manera inclusiva todas las identidades de género y la libertad de movilización siga restringida, la verdadera lucha por la igualdad continuará en un terreno de tensiones entre la visibilidad y la represión.


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