El gobierno cubano lanzó Tarjeta Chip Recargable para adquirir combustible en el país, en medio de la actual crisis, como una “estrategia de desarrollo” y una forma “de extender y estimular el comercio minorista en la informatización de los procesos”.

La red de Servicentros admite desde este lunes el nuevo medio de pago. “A partir de las acciones tomadas sobre el desarrollo de este nuevo medio de pago, se les informa a nuestros clientes que a partir de hoy 29 de mayo se comienza la puesta en marcha de las Tarjetas Chip Recargable para la compra de combustible en nuestros servicentros”, informó la entidad estatal CIMEX en redes sociales.

Dicha tarjeta se obtiene, de forma gratuita, en las oficinas de FINCIMEX. Luego, el usuario debe dirigirse a los establecimientos comerciales habilitados para la carga y recarga de la tarjeta con el monto deseado.

“Entre sus ventajas cuenta con que permite recargar su saldo tantas veces sea necesario, sin límites en los montos. Estabilidad de funcionamiento sin necesidad de electricidad en la red ni conectividad. No requiere presentar la titularidad del propietario”, informa.

Sobre las cargas de las tarjetas, explica que el cajero que opera el POS, recibe del cliente el monto en efectivo (CUP) a introducir. “El cajero inserta la tarjeta del cliente en el POS y selecciona en el terminal la opción de carga. Se solicita al cliente que teclee su PIN, luego es introducido el monto a cargar en su tarjeta”, dice.

“Se emite un comprobante de compra y se le entrega al cliente. Mediante consulta de saldo en tarjeta el cliente puede comprobar (poniendo su PIN) que ha realizado satisfactoriamente el proceso. En lo sucesivo, el cliente puede recargar nuevamente su tarjeta sin necesidad de comprar otra”, añade.

“Posteriormente el cliente puede usar su tarjeta en los diversos establecimientos donde se dispense el combustible”, apunta la entidad que comparte una relación de los locales en el país donde proceder a la carga y recarga del nuevo medio de pago.

La crisis de gas y combustible en Cuba ha venido a acentuar la escasez de alimentos para generar un clima cada vez más asfixiante en la isla. En la carretera a Pinar del Río, los conductores han pasado una semana esperando en la cola de una gasolinera para cagar diésel. A unos 50 kilómetros al este de Mariel, vehículos ligeros se suman a una larga cola de tractores y maquinarias agrícolas que esperan en una estación sobre la ruta.

Entretanto, el régimen comunista de La Habana amplía sus acuerdos con Moscú y otras naciones a fin de mitigar la situación. Las expresiones de descontento abundan mientras el gobierno hace llamados constantes a la “resistencia creativa” para enfrentar la crisis.

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