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Arresto de adulto mayor en Cuba por vender caramelos provoca indignación... ¡Hay hambre! gritan espectadores del abuso

Redacción de CubitaNOW ~ martes 4 de febrero de 2025

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El arresto de Héctor Julio Cedeño, un anciano de 71 años, por vender caramelos en La Habana, pone en evidencia la dura realidad que enfrenta la población cubana en medio de una crisis económica sin precedentes.

Más allá de la indignación que generó este episodio, el hecho refleja la creciente desesperación de los ciudadanos y la represión del Estado contra quienes intentan sobrevivir por sus propios medios.

Las imágenes del anciano siendo forzado a subir a una patrulla, mientras testigos gritaban "Hay hambre", son el reflejo de un país donde la escasez se ha convertido en el pan de cada día. Mientras el gobierno cubano se mantiene ajeno a las penurias del pueblo, asegurando su propio bienestar, la población se enfrenta a un panorama desolador: falta de alimentos, inflación galopante y persecución contra quienes intentan trabajar de manera independiente.

El caso de Cedeño no es aislado. En diciembre pasado, un niño que vendía caramelos en el Aeropuerto Internacional de La Habana fue arrestado; otra muestra de la crueldad con la que el régimen actúa contra los más vulnerables. En lugar de ofrecer soluciones reales para mejorar la vida de los ciudadanos, las autoridades se enfocan en reprimir a quienes buscan una forma digna de subsistir.

El gobierno, en su afán de mantener el control absoluto sobre la economía, ha intensificado su ofensiva contra el trabajo informal, cerrando kioscos y puntos de venta en autopistas y carreteras, alegando irregularidades administrativas. Sin embargo, estas medidas solo agravan la situación, dejando a miles de personas sin medios para obtener ingresos y profundizando aún más la crisis social.

Mientras tanto, la cúpula gobernante sigue disfrutando de lujos y privilegios inaccesibles para el cubano de a pie. La brecha entre la élite política y el pueblo nunca ha sido tan evidente. La pregunta que resuena entre los ciudadanos es clara: ¿por qué hay hambre en Cuba mientras el gobierno lo tiene todo?

La respuesta radica en un modelo de gestión fallido que, en lugar de responder a las necesidades del pueblo, prioriza la perpetuación del poder a costa del sufrimiento de la mayoría.

Casos como el de Cedeño ponen de manifiesto el creciente descontento social y el rechazo de la población a una realidad que se vuelve cada vez más insostenible.

La represión no es una solución a la crisis, sino un síntoma de la desesperación del régimen ante un pueblo que, pese a todo, sigue buscando maneras de resistir y sobrevivir.


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