Arrestan a dos en Centro Habana por vender “el químico”, la droga que aterroriza a los barrios
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 21 de agosto de 2025

Las autoridades cubanas realizaron un operativo antidrogas en Centro Habana que culminó con la detención de dos personas acusadas de comercializar drogas sintéticas, conocidas popularmente como “el químico”.
De acuerdo con la usuaria de Facebook Elizabeth Ferrer, vinculada a estructuras oficialistas, la acción se llevó a cabo en la calle Amistad, entre Dragones y Reina, en el Consejo Colón, un área cercana al Parque Curita, señalada reiteradamente como punto de venta y consumo. Según la publicación, el despliegue fue considerado “exitoso” al desarticular un foco de distribución que preocupaba a los vecinos.
El régimen ha insistido en que este tipo de operativos forman parte de una estrategia más amplia para contener el tráfico y consumo de drogas en la capital. Sin embargo, en la práctica se ha privilegiado el enfoque represivo, con un creciente número de arrestos y procesos judiciales que han incluido condenas de hasta 15 años de prisión por cantidades mínimas de estupefacientes.
El “químico” es un cannabinoide sintético creado para imitar los efectos de la marihuana, pero con una toxicidad mucho mayor. Médicos cubanos advierten que su consumo puede provocar convulsiones, alucinaciones extremas e incluso daños neurológicos irreversibles. De manera clandestina, se elabora con mezclas de compuestos altamente peligrosos como formol, anestésicos hospitalarios y restos vegetales, lo que multiplica los riesgos.
La alarma social frente al auge de esta droga ha sido acompañada por fuertes críticas hacia la inacción del gobierno. Diversas hipótesis circulan en las calles: algunos creen que la expansión del químico responde a un negocio descontrolado, mientras otros sostienen que incluso el propio Estado estaría tolerando o introduciendo la sustancia como mecanismo de distracción social en un contexto de crisis económica generalizada.
En febrero, el Ministerio de Justicia anunció la creación del Observatorio Nacional de Drogas (OND), con un sistema de alerta temprana y la colaboración de la Policía y la Aduana.
No obstante, organizaciones civiles y familiares de adictos insisten en que la estrategia no puede reducirse a represión y decomiso. Reclaman políticas públicas que incluyan campañas de prevención, protocolos médicos de urgencia y asistencia especializada para los consumidores.
Mientras tanto, en barrios vulnerables de La Habana y otras provincias, las imágenes de jóvenes bajo los efectos del químico se han vuelto cotidianas. La falta de oportunidades, el deterioro de los servicios sociales y la ausencia de programas comunitarios hacen que la droga siga ganando terreno, alimentando una crisis social que parece lejos de resolverse.