Carteles con los mensajes “Patria y Vida” y “Abajo la Dictadura” aparecieron recientemente en el reparto San Agustín del municipio habanero La Lisa, escritos en una bodega y una panadería de la calle 244 con lo que parece ser pintura roja.

En redes sociales se compartieron las imágenes con los letreros en los muros. La frase Patria y Vida, que proviene de una canción de varios artistas, se ha convertido en una expresión de inconformidad popular contra el régimen cubano.

Mientras el gobierno aumenta la represión sobre cualquier forma de desacuerdo con el sistema político y cientos de personas permanecen detenidos por las protestas masivas del 11J, en las últimas semanas han surgido acciones semejantes en la capital cubana.

Hace apenas unos días, el 31 de enero, amaneció un letrero “Abajo la dictadura” debajo del puente de la autopista Novia del Mediodía, también en La Lisa, que obligó a las autoridades a enviar rápidamente una brigada para cubrir el mensaje con pintura.

La zona incluso fue cubierta por varios agentes de la Seguridad del Estado que impidieron el paso por ahí. En la pared de una oficina de la empresa ETECSA en La Habana se leía la frase "Díaz-Canel singao" contra el gobernante cubano.

Ocurrió también en enero, pero en la Villa Panamericana, en el municipio capitalino Habana del Este, según reportó CiberCuba. El letrero fue borrado de inmediato. Como respuesta a tales acciones, el gobierno ha ordenado incluso actos de repudio al menos a uno de los muros donde fue escrito un mensaje opositor.

Un cartel de “Abajo Canel singao” amaneció en un gran muro de la barriada de Santos Suárez, en el habanero municipio de Diez de Octubre. El escrito fue visto en la calle Serrano entre San Leonardo y la Vía Blanca, en uno de los muros conocidos por residentes en la zona como “malecón sin agua”.

El hecho provocó un gran despliegue policial en esa área de la ciudad con peritos del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) recogiendo pruebas.

La máxima expresión del descontento popular ante una administración ineficiente a todas luces, se produjo el pasado 11 de julio, con el estallido social en varias ciudades de la isla por el cual hoy muchos detenidos enfrentan peticiones fiscales de hasta más de 20 años de cárcel.

Entre ellos se cuentan decenas de menores de 18 años, cuyas madres piden su libertad ante procesos judiciales considerados, cuando menos, irregulares. A la vez, el pueblo sufre una aguda crisis de alimentos y escasez de los artículos más elementales, que dificultan sobremanera la vida cotidiana, incrementando los robos y hechos de violencia, y empujando a muchos a emigrar de las maneras más arriesgadas.   

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