Otra tragedia sacude a Manzanillo y enciende la indignación de toda Cuba. Yumila Álvarez Col, una mujer de este municipio granmense, fue brutalmente asesinada por su pareja, Jaime Yuniel Bazán Rodríguez, en el barrio La Marina.
Los vecinos aún no pueden creer la magnitud de lo sucedido y el silencio oficial que rodea el caso solo aumenta la sensación de impotencia.
El crimen ocurrió en la vivienda de Yumila, en Villuendas #444, donde una discusión entre ambos escaló hasta lo inimaginable. Testigos aseguran que Bazán le lanzó puñaladas, incluso en partes íntimas, mientras ella intentaba escapar ensangrentada.
Todo sucedió frente a la acera de su propia casa y él huyó sin ofrecer ayuda. Según fuentes vecinales, la relación estaba marcada por violencia, celos y alcohol, una combinación que ya había generado tensiones previas, pero que nadie imaginó terminaría en muerte.
La hija de Yumila rompió el silencio en redes sociales, clamando justicia y señalando directamente al responsable: “Este desgraciado le quitó la vida a mi madre y está escondido. Favor de quien lo vea llamar al 63608023. Infeliz, la vas a pagar caro. Le quitaste la vida a una mujer inocente”. En otro mensaje desgarrador escribió: “Mi amor de mi vida, ¿por qué me dejaste sola? No sabes cuánta falta me vas a hacer, mi reina. Descansa en paz, mi amor eterno.”
Mientras la comunidad llora y condena el hecho, las autoridades no han ofrecido detalles sobre la captura de Bazán ni sobre la investigación, lo que alimenta la sensación de impunidad y desprotección frente a la violencia de género.
Vecinos relatan que Yumila era buena persona y que, aunque la pareja discutía por el alcohol, jamás pensaron que terminaría así.
Este femicidio deja al descubierto una realidad que muchos prefieren ignorar: mujeres desprotegidas, gritos que no son escuchados y vidas que se apagan en silencio. Yumila no fue solo un número en las estadísticas, fue una mujer, una madre, una hija.
Su muerte exige justicia inmediata y un llamado urgente a que las autoridades asuman su responsabilidad frente a la violencia machista que sigue cobrando vidas en Cuba.
Fuente: Yosmany Mayeta
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