En pleno corazón de Santiago de Cuba, decenas de familias llevan días viviendo en la oscuridad, atrapadas entre la negligencia institucional y los privilegios de unos pocos. La situación se inició el pasado domingo cuando un transformador en la zona de Habana y Jobito dejó de funcionar, dejando sin electricidad a cinco cuadras completas justo cuando los vecinos comenzaban a recuperar cierta normalidad tras el paso del huracán Melissa.
Según testimonios del barrio, la causa del apagón habría sido un horno eléctrico adicional instalado en una panadería privada ubicada en Habana esquina Gallo, propiedad de alguien con "supuesta protección política". La sobrecarga provocó la quema del transformador más cercano, afectando a calles enteras y dejando a las familias sin luz durante días.
Los vecinos denuncian que esta panadería opera sin restricciones mientras el resto de la comunidad sufre las consecuencias. “Recuperamos la corriente y cinco días después volvimos a cero por culpa de un privilegiado”, relata un residente. Además, señalan que el dueño del negocio estaría vinculado a personas con influencia, lo que le garantiza impunidad frente a sus actos.
La Empresa Eléctrica aún no ha dado una solución concreta. Aunque la avería fue reportada de inmediato, no se ha enviado el equipo necesario para reemplazar el transformador, y los vecinos aseguran que no hay respuesta sobre cuándo se restablecerá el servicio. Las gestiones en el gobierno municipal tampoco han tenido avances, dejando a la comunidad en la incertidumbre.
Mientras tanto, familias enteras enfrentan noches sin luz, con dificultades para conservar alimentos, mantener la higiene y garantizar la seguridad de sus hogares. La situación ha generado angustia, estrés y un sentimiento de abandono frente a lo que consideran un caso claro de privilegio y negligencia.
Los vecinos exigen una investigación seria, la reposición inmediata del transformador y responsabilidades claras. La indignación se suma al reclamo de que los intereses de toda una comunidad no pueden estar subordinados al beneficio de un solo negocio protegido. La historia refleja cómo los abusos y la falta de acción institucional afectan directamente la vida cotidiana de los santiagueros, en un momento en que la solidaridad y la atención pública serían más necesarias que nunca.
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