Al menos siete inmigrantes fueron detenidos el lunes después de que una orden de registro en una residencia en el Bronx revelara su conexión con un patrón de robos que estaba teniendo lugar en cuatro distritos de la ciudad de Nueva York, según informaron funcionarios ese mismo día.
Los sospechosos forman parte de lo que las autoridades describieron como una empresa criminal que predominantemente utiliza ciclomotores robados para cometer robos de teléfonos, posteriormente hackeando dichos teléfonos con el fin de obtener beneficios financieros, según el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD).
"Creemos que los individuos involucrados han estado vinculados a 62 incidentes de robo en toda la ciudad, incluido nuestro sistema de tránsito", indicó el alcalde Eric Adams. "Utilizan ciclomotores y scooters para su actividad delictiva, robando propiedades como iPhones y billeteras a los residentes de Nueva York".
Joseph Kenny, jefe de detectives de la Policía de Nueva York, informó que la "sofisticada empresa criminal liderada por inmigrantes" tiene su inicio con un individuo llamado Víctor Parra, quien inicia el proceso solicitando teléfonos a través de mensajes en redes sociales.
Aquellos que trabajan para Parra se encargan de robar los teléfonos: los conductores de ciclomotores reciben $100 al día, mientras que quienes llevan a cabo los robos de teléfonos pueden ganar hasta $600 diarios, según detalló Kenny.
Según Joseph Kenny, jefe de detectives de la Policía de Nueva York, una vez que el teléfono es entregado a Víctor Parra, este utiliza a alguien con habilidades técnicas para piratear el dispositivo, robar dinero de instituciones financieras y realizar transacciones ilegales. Cuando el dinero se agota o el teléfono ya no es utilizable, Parra lo envía a Colombia para su reprogramación.
El lunes, se encontraron al menos 22 teléfonos robados en la residencia de Parra, aunque algunos de sus colaboradores fueron arrestados, incluyendo al individuo encargado del pirateo, Parra no estaba presente en su domicilio, según Kenny. Este expresó confianza en que el grupo de trabajo regional sobre fugitivos del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos lo localizará pronto.
Parra, un hombre hispano de 30 años originario de Venezuela, con antecedentes de hurto mayor en Manhattan, se presume que ingresó al estado en 2023, según las autoridades.
La policía de Nueva York identificó a 14 personas vinculadas al plan de Parra, con 7 arrestadas y acusadas de múltiples cargos de hurto mayor, y 3 relacionadas con diversos delitos.
Aunque no está claro si los inmigrantes arrestados el lunes son indocumentados o solicitantes de asilo, John M. Chell, jefe de patrulla de la Policía de Nueva York, destacó que el robo no es el único tipo de delito que ha aumentado en la ciudad con la llegada de inmigrantes, señalando la trata de personas y la violencia doméstica en refugios como preocupaciones adicionales.
El alcalde Eric Adams subrayó que el problema no reside en los inmigrantes y solicitantes de asilo en general, sino en individuos criminales, y aseguró que la aplicación de la ley será equitativa para todos los residentes, independientemente de cuánto tiempo lleven en la ciudad.
El comisionado de policía de la Policía de Nueva York, Edward A. Caban, respaldó estos comentarios, enfatizando que la ola de delitos no representa a todos los migrantes. En relación con la creciente afluencia de inmigrantes en la ciudad, Adams instó a la necesidad de una solución nacional que trascienda las líneas partidistas.
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