El nieto de Fidel Castro, Sandro Castro, ofreció recientemente un vistazo a su vida cotidiana desde su apartamento en Nuevo Vedado, en La Habana, en un video que ha generado comentarios y curiosidad en redes sociales.
Entre bromas, monólogos y planes musicales, Sandro se mostró acompañado de su inseparable mano de goma, a la que llama “Magnolia”, con la que conversa y bromea como si fuera una persona más.
En el video, Sandro abre su apartamento diciendo: “Ay chicas, buenos días, voy a hacer un almuercito. ¡Pero Magnolia! No, ya lo tuyo no tiene nombre, chicas. Tú andas loma abajo y sin frenos”. La mano, según el relato de Sandro, es su compañía constante y protagonista de buena parte de su rutina diaria, incluso en los momentos más triviales como cocinar o hacer deporte.
“Vamos a poner a Magnolia a hacer deporte. Le dije que tenía que entrenar boxeo esta semana, que el ring anda caliente y tú y yo matamos la liga en este deporte”, comentó mientras la colocaba en el balcón.
El nieto del dictador también hizo referencias a la falta de agua en su apartamento, un detalle que él mismo enfatizó mientras intentaba preparar croquetas: “Si aquí no hay agua, yo que te iba a cocinar unas croquetas con harina, con un amor”, dijo, subrayando, según él, que vive algunas dificultades similares a las del pueblo cubano, aunque en un reparto exclusivo de la capital cubana donde reside gran parte de la élite.
Además, Sandro aprovechó para adelantar proyectos musicales y audiovisuales. Anunció el lanzamiento de la canción “La Tortillash” con un featuring de un artista de una disquera reconocida, y recordó que próximamente presentará dos capítulos de su serie titulada “El Hoyo”, junto a futuras entrevistas y su programa con la nueva disquera Castro Record.
El video, lleno de comentarios coloquiales y humorísticos, muestra a un Sandro que mezcla su vida privada con su actividad mediática, mientras Magnolia se convierte en su acompañante inseparable, testigo y cómplice de su rutina.
Entre bromas y preparación de comidas que no existen, Sandro construye un relato de cercanía con la audiencia, donde la mano de goma sirve tanto para el entretenimiento como para resaltar su espontaneidad frente a la cámara, ¿esto serán poses del joven Castro ganas de contar su verdad o instrucciones de la seguridad del estado?.