Como sucede en las mejores familias, en la de los Castro también existen las discusiones, según ha comentado Juan Juan AL MEDIO, se han incrementado las diferencias entre los Castro Soto del Valle y los Castro Espín.
Cada quien discute en la medida de lo que tiene, y estas familias cubanas se han enfrentado porque Guillermo Rodríguez Castro, nieto de Raúl
Castro, se compró un bote.
Lo que los descendientes de Fidel Castro consideran opulencia los de Raúl no lo creen así. "Fue nada más y nada menos que un yate, blanco, de 57 pies y con dos motos acuáticas adicionales", describen.
Según Juan Juan, el botecito costó solamente 3 millones de dólares salió de las arcas de GAESA, el emporio dirigido por Luis Alberto Rodríguez López-Callejas padre de Guillermo.
Al parecer, la disputa se centró en que “en tiempos de Fidel esto no hubiera ocurrido, pues él no hubiera permitido ese derroche de dinero y de opulencia”.