El recluta cubano Raúl Ramírez Leyva, ayudante de Oficial de Guardia en el Comando de Bomberos No. 1 de Matanzas, fue quien recibió la llamada del despacho del CUPET sobre la explosión en la base de supertanqueros de Matanzas.
Según recuerda, el recibió la noticia del impacto del rayo y supo luego que ellos estaban en peligro.
“Yo fui el que recibí la llamada. El despacho del Cupet me dice sobre el impacto del rayo, ‘tenemos aquí una situación de emergencia, en los tanques de allá arriba se divisa humo y cierta llamarada, y aun lloviendo no se apaga’”, relata el joven en entrevista para el medio estatal Granma.
“Actué rápido, llamé al Comando de Supertanqueros, informé al jefe de la guardia sobre la situación y ellos fueron para allá. Luego me llamó mi jefatura y le di salida rápidamente a todas las técnicas de aquí del Comando 1”, agrega.
“Nuestro carro de primer aviso estaba para un servicio en la ciudad, y de ahí lo mandé para el lugar. Me mantuve en comunicación con todo el personal”, refiere.
Ramírez Leyva, de apenas 21 años, señala que él sí “tenía idea de la magnitud de lo que estaba sucediendo”.
“De los 23 meses que llevo en el Servicio Militar, 15 los pasé en el Comando Especial de Supertanqueros, y sabía que estaban ahí. Imagínese, son compañeros míos”, apuntó.
El joven asegura que esa noche, cuando los integrantes del Comando No. 1 se reagrupó en el cuartel todos se quebraron: “Esa madrugada los vi llorar a todos”, dijo.
Varios de los desaparecidos por el desastre, identificados y despedidos por sus familiares y amigos a través de las redes sociales, eran jóvenes que cumplían con el Servicio Militar Obligatorio establecido por el régimen cubano.
A partir de estas muertes y de otras tantas denunciadas por la prensa independiente cubana, muchas familias piden que esta etapa sea eliminada para salvar vidas.
La periodista Marta María Ramírez, por ejemplo, asegura que ningún niño debe ser obligado a morir y exige la dimisión de la dictadura.
“Por Leo y su familia, por Derek. Por los niños obligados a morir: #NoAlServicioMilitarObligatorio. Cuba no necesita mártires, menos niñxs mártires. Justicia y reparación, que implica dimisión de los indolentes que mal gobiernan. ¡Matria, que es Vida! ¡Abajo el patriarcado totalitario cubano!”, advierte.
“Nos solidarizamos con las madres y padres que están pidiendo el fin del Servicio Militar Obligatorio, que ha reflotado como problema durante el mal proceder de las autoridades en el incendio de la Base de Súpertanqueros de Matanzas”, apuntan.
La comunidad cubana en las redes sociales ha condenado que se enviara una brigada de jóvenes que cumplían el Servicio Militar a la zona del siniestro a apagar las llamas.
Una cubana, abuela de uno de los desaparecidos, solicitó en el ciberespacio que a su nieto se le tratara como “víctima” no como “héroe”.
“Solo un niño que iba a entrar en su etapa juvenil truncada. Destrozados sus sueños y proyectos de vida. Soñaba con ser neurocirujano y nos comentaba con entusiasmo sobre lo mismo. Mi niño no es un mártir, es una víctima del Servicio Militar Obligatorio. Perdonen, el dolor no me permite continuar. Él no tenía que estar allí”, escribió Vivian López, abuela de Leo Alejandro Doval Pérez de Prado.
La Diosa se presta para hacerle broma a Martha, la abuela cubana viral en redes sociales
Hace 4 días
Díaz Canel amenaza tras protestas: 'Que traten de derrumbarnos a ver qué les va a pasar'
Hace 6 días