Un devastador incendio redujo prácticamente a escombros el Ranchón del Círculo Social de la comunidad de La Serrana, en el municipio Morón, provincia de Ciego de Ávila, un espacio dedicado a actividades recreativas infantiles y comunitarias. El siniestro ocurrió en la noche del domingo y volvió a poner en evidencia la fragilidad de los servicios básicos y el abandono institucional que padecen numerosas localidades del país.
Según información difundida por la página de Facebook La Tijera, vecinos del lugar denunciaron que durante la emergencia fue imposible contactar al Cuerpo de Bomberos. Al momento de iniciarse el incendio, la comunidad se encontraba en medio de un apagón eléctrico y, como consecuencia, también quedó fuera de servicio la radiobase de ETECSA, lo que dejó a La Serrana completamente incomunicada.
La falta de electricidad, sumada a la caída de las comunicaciones, convirtió la situación en una verdadera pesadilla para los residentes. Sin acceso a líneas telefónicas ni a servicios de emergencia, los habitantes solo pudieron recurrir a sus propios medios para intentar controlar las llamas y evitar una tragedia mayor.
De acuerdo con los testimonios recogidos por La Tijera, fueron los propios vecinos quienes, con cubos de agua y esfuerzos improvisados, lograron impedir que el fuego se propagara hacia viviendas cercanas. De no haber sido por esa reacción solidaria y desesperada, varias casas habrían quedado reducidas a cenizas, con consecuencias potencialmente fatales.
Las imágenes compartidas en redes sociales muestran la magnitud de los daños: techos colapsados, estructuras calcinadas y un espacio comunitario completamente destruido. El Ranchón del Círculo Social, que durante años funcionó como punto de encuentro para niños, jóvenes y adultos, hoy no es más que un recordatorio del deterioro que avanza silenciosamente en los barrios más vulnerables.
El caso de La Serrana no es aislado. Incendios, derrumbes y accidentes se repiten en distintas provincias del país, muchas veces agravados por apagones prolongados, escasez de recursos y fallas en las comunicaciones. Mientras tanto, las autoridades suelen limitarse al silencio o a explicaciones tardías, sin ofrecer soluciones estructurales.
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