La Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana decidió levantar el paro estudiantil iniciado el pasado 4 de junio, tras recibir compromisos del Ministerio de Educación Superior y de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba. La votación estudiantil reflejó una postura dividida: el 51 % optó por regresar a clases, mientras un 49 % expresó reservas o rechazo.
El paro surgió como respuesta a las nuevas tarifas y limitaciones de ETECSA, percibidas como un ataque directo al acceso popular a las telecomunicaciones. Los estudiantes, organizados de manera democrática a través del Consejo de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de MATCOM, habían suspendido las clases presenciales en protesta. Durante los días de paro, se realizaron encuentros con autoridades universitarias y representantes del MES, consolidando un espíritu crítico pero dialogante.
"Los estudiantes exigieron transparencia, participación en el rediseño tarifario y soluciones reales que respondan a las necesidades de la población, no solo a las de la empresa," señala el comunicado oficial del Consejo de la FEU.
Como resultado de estas negociaciones, se conformó un grupo multidisciplinario con representantes de ocho facultades de la UH y especialistas de ETECSA, encargado de revisar el modelo tarifario vigente. Este grupo comenzará sus labores esta semana, en un intento de canalizar las demandas estudiantiles a través de mecanismos institucionales.
Sin embargo, el levantamiento del paro no implica una renuncia a las demandas. El Consejo de la FEU de la Facultad de Matemática y Computación dejó claro que el regreso a las aulas es una estrategia para mantener abierto el diálogo sin entorpecer el proceso docente. "El retorno a clases no significa conformismo, sino la búsqueda de nuevas formas de presión cívica y técnica," reiteraron.
Pese a los avances, persisten dudas sobre la independencia del movimiento estudiantil. Observadores señalan que el cambio de postura pudo haber estado influido por presiones del régimen, considerando precedentes recientes en otras universidades del país donde estudiantes fueron amenazados por organizar protestas similares.
Además, el comunicado de la FEU condena el uso tergiversado de sus mensajes por parte de actores externos, y restringió su canal de Telegram para evitar manipulaciones.
El movimiento estudiantil de dicha facultad demuestra un alto nivel de organización y madurez cívica. Aunque el paro se levanta, la lucha por tarifas más justas y por un acceso democrático a las telecomunicaciones en Cuba continúa, ahora desde la mesa de diálogo. La comunidad estudiantil mantiene firme su compromiso de velar por el derecho del pueblo a una conectividad digna y accesible.
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