Una trágica explosión sacudió una fábrica en Louisville, Kentucky, el martes por la tarde, dejando un saldo de dos muertos y once personas heridas. El incidente ocurrió en las instalaciones de Givaudan Sense Colour, una empresa dedicada a la producción de colorantes para alimentos y bebidas. La explosión causó daños graves en la estructura de la planta, generando un colapso parcial y rompiendo ventanas de viviendas y comercios cercanos.
La empresa emitió un comunicado expresando su solidaridad con las familias de las víctimas y aseguró que están trabajando junto a las autoridades para esclarecer las causas del accidente. “Estamos en las primeras etapas de la investigación y comprometidos a colaborar plenamente con los investigadores”, expresó la empresa.
El alcalde de Louisville, Craig Greenberg, destacó la rápida intervención de los equipos de emergencia, que rescataron y evacuaron a los empleados atrapados en el lugar. “Nuestro corazón está con las víctimas y sus familias en este momento tan difícil”, agregó Greenberg, quien aseguró que todos los trabajadores han sido localizados.
Los vecinos de la planta relataron el impacto de la explosión. Patrick Livers, residente del área, contó cómo su hogar sufrió daños significativos. “Fue como si un pequeño tornado hubiera pasado por mi casa”, comentó. Las ventanas de su vivienda y de muchas otras en la zona quedaron destrozadas, reflejando la magnitud del suceso.
La causa exacta de la explosión aún no ha sido determinada, aunque los empleados presentes en la planta aseguran que todo parecía normal antes del incidente. Mientras tanto, la comunidad local ha mostrado su apoyo a las familias afectadas, ofreciendo ayuda a quienes sufrieron daños en sus propiedades.
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