"El uso de violencia medida para sofocar la protesta universitaria parece una posibilidad cada vez más cercana. No sería sorprendente que exista un voluminoso manual de procedimientos diseñado para enfrentar este tipo de situaciones.
"En seis décadas, sobra el tiempo para que expertos en contención de disidencias hayan creado estrategias muy elaboradas. Se puede imaginar una serie de asignaturas específicas: aproximación a líderes, disuasión de focos críticos, control de narrativas familiares, técnicas de persuasión coercitiva, gestión de propaganda favorable y la articulación de redes de actores pro-gubernamentales.
"Estoy especulando, claro, pero no es casual que las respuestas parezcan tan bien ensayadas. Prepararse es clave en cualquier defensa de poder, sea inspirada en Sun Tzu o en cualquier otra fuente menos sofisticada.
"No ha tardado en llegar la clásica etiqueta de que las demandas estudiantiles son ´estrategias dictadas por el Imperio´. Según esta narrativa, nada puede surgir de un impulso propio: toda inconformidad ha de ser atribuida a una conspiración externa. No niego que existan manuales y teóricos en el exterior dedicados a promover cambios, pero asumir que este movimiento fue fabricado de fuera es subestimar la inteligencia y el sentido moral de los estudiantes.
"Lo que realmente ocurrió es que los jóvenes se enfrentaron a un dilema ético ineludible: aceptar pasivamente el tarifazo, con todo lo que implica para el resto de la sociedad, o alzar la voz ante lo que consideraron injusto y perjudicial. Y como estudiantes universitarios, no son ingenuos. "Supieron identificar las contradicciones y los vacíos del discurso oficial. Esta toma de conciencia fue espontánea. Los centros se sumaron uno tras otro con rapidez, sin dar margen a ninguna injerencia externa en el diseño del movimiento.
"Ya se están reportando casos de intimidación personalizada y de jóvenes que, por miedo o presión, han optado por replegarse. Era previsible. También han aparecido mensajes altivos desde las instituciones, como el tristemente célebre ´si no te gusta, emigra´. El ambiente se está tensando. Todo indica que esta semana la presión aumentará. Lo que comenzó como un llamado al diálogo se está endureciendo, como respuesta a la represión.
"La juventud es la fuerza que impulsa el cambio en cualquier sociedad. Usted podrá reprimir una vez, dos veces, pero cuando esa generación dice no, no hay poder que la doblegue. La razón, cuando es verdadera, no necesita coerción.
"Si se recurre a la fuerza, se pierde el argumento. Y después de más de seis décadas, los resultados hablan por sí mismos. Si no se puede mostrar logros y se opta además por aplastar a quienes lo señalan, el camino solo lleva a un lugar: el cambio. Porque no se puede hacer emigrar a todos. Y la juventud, tarde o temprano, termina marcando el paso"
Del perfil del humorista Ulises Toirac
El diario oficialista Granma confirma el colapso de la industria lechera en Camagüey
Hace 49 minutos
Estrellas de la música latina celebrarán más de un siglo de la Sonora Matancera en México
Hace 1 día