El doctor cubano Alexander Jesús Figueredo Izaguirre ha asegurado que a Cuba no regresa mientras siga la dictadura. Según explica, solo volverá cuando el pueblo salga a las calles a pelear por su libertad.
El profesional de la salud salió de Cuba el pasado mes de abril y la víspera compartió una actualización sobre la peligrosa y larga travesía que está realizando para llegar a Estados Unidos junto a su colega Alexander Pupo Casas.
El médico aseguró que recibió un mensaje de su madre quien le alentaba a no volver a donde fue reprimido o obligado a escapar.
“Si me lo dice mi mamá Ana Margarita Izaguirre, pues todo está dicho. A Cuba solo vuelvo el día que el pueblo salga a la calle, o cuando haya libertad”, sentenció Figueredo Izaguirre en su muro de Facebook junto a una fotografía en la que se ve su mamá.
“No vuelvas a donde te trataron mal, a donde no les importó si te ibas o te quedabas, ni sí sentías frío o te quemabas ... No vuelvas a donde fuiste ignorado y maltratado, donde a esos no les importa ni tú presente ni tú pasado...”, le dijo la señora.
“No vuelvas a donde no te valoraron, donde tus sacrificios de pronto fueron borrados, donde se expande el pecado porque mentir es la meta para vivir desahogado ... No vuelvas aunque estés triste y estén más viejas mis manos, no vuelvas porque prefiero verte lejos que humillado.... Por todo eso no vuelvas; quédate del otro lado...”, agregó.
Tras pedir ayuda para escapar de Cuba, Figueredo Izaguirre logró salir del país con destino a Nicaragua cuyo gobierno le impidió el ingreso.
Este lunes, el doctor compartió fotografías de la travesía que se encuentra realizando y de lo difícil que ha sido para él vencer los obstáculos que ha encontrado a su paso.
“Hace tiempo no escribo, no he tenido tiempo, me ha dolido hasta el pelo y no es literal, he estado en temperaturas bajo 0 y a más de 38 grados, he caminado más de 100 km, dormido en el piso, en una iglesia, cruzando trochas, ríos, mares y selvas”, comentó el cubano que residía en el municipio Bayamo, en la oriental provincia Granma.
“Una parte de mi murió en la selva del Darién viendo niños perdidos, personas ahogadas y muertas y sin poder hacer nada, solo mirar y seguir y pensar que el próximo podría ser yo”, confesó.
“Mis condiciones físicas y humanas las tengo al límite, Dios no le da cargas a ningún hijo que no pueda aguantar, creo que conmigo se le pasó el peso, desde el hostigamiento permanente en Cuba, mi profesión, mi familia, y ahora todo esto, pero me ha hecho más fuerte física e ideológicamente, espero que su recompensa sea darme fuerzas y vida para luchar por una Cuba libre y volver abrazar a los míos”, finalizó el también activista que sufrió represión en Cuba por denunciar las pésimas condiciones del sistema de salud pública.
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