La tercera ola de coronavirus que afecta a Cuba, ha obligado a las autoridades del país a retomar acciones para el control de los contagios como volver a aislar a los viajeros y a cualquier sospechosos de la enfermedad en los polémicos centros habilitados para tal.
Otra de las medidas es aumentar el número de camas en los hospitales para la atención de los enfermos. La medida es preocupante pues va relacionada con el aumento considerable de los contagios en las últimas semanas.
Según un artículo de la prensa estatal, La Habana, la provincia que ocupa el segundo lugar en la tasa de incidencia por 100 000 habitantes, reorganizó sus capacidades en los centros de aislar.
Según el gobernador Reinaldo García Zapata “con las capacidades recuperadas en las instalaciones para aislamiento, más las que se preparan en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), las camas para casos sospechosos crecerán en el entorno de mil”.
En Guantánamo, el territorio con la mayor tasa de incidencia de la COVID-19 en los pasados 15 días (257,30 casos por 100 000 habitantes), se busca también incrementar capacidades, dijo Emilio Matos Mosqueda, gobernador de la provincia; “ahora, suman unas 3 200 las camas para atender a enfermos y sus contactos”.
En Santiago de Cuba se trabaja en la misma dirección, expuso su gobernadora, Beatriz Johnson Urrutia, a través de videoconferencia, aunque la nota no refiere cuántas se han preparado en la Oriental provincia.
Cuba reportó hoy 816 casos positivos, con los contagios de hoy la isla supera 30 345 enfermos.
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