Dos hombres han sido condenados a prisión en el Reino Unido por el insólito robo de un inodoro de oro macizo valorado en 5,6 millones de euros. La pieza, una obra de arte funcional titulada América y creada por el artista italiano Maurizio Cattelan, fue sustraída en septiembre de 2019 del Palacio de Blenheim, la histórica mansión donde nació Winston Churchill.
James Sheen, de 40 años, y Michael Jones, de 39, recibieron penas de cuatro años y 27 meses de prisión, respectivamente, según dictó este viernes un tribunal de Oxford. Ambos se declararon culpables del robo, en el que participaron como parte de una banda criminal que ejecutó el golpe en menos de seis minutos.
El juez Ian Pringle calificó el robo como un acto “audaz y descarado” llevado a cabo con sorprendente rapidez y precisión. “El robo no tomó más de cinco minutos y medio”, declaró el magistrado. Desde entonces, la obra no ha sido recuperada y se presume que fue fundida y vendida por partes, aunque las autoridades no han confirmado su destino final.
El inodoro robado, fabricado en oro de 18 quilates y con un peso de 98 kilos, se encontraba en exhibición como parte de una muestra de arte contemporáneo en Blenheim. A pesar de su naturaleza escultórica, el sanitario era completamente funcional y estaba instalado en un baño abierto al público.
Durante el juicio se reveló que Sheen fue el autor intelectual del robo. Junto a sus cómplices, utilizó dos vehículos robados para irrumpir en la propiedad. Armados con mazos y palancas, accedieron al baño, desmontaron el inodoro y lo cargaron en la parte trasera de uno de los autos para escapar antes de que llegara la seguridad.
La condena de Sheen por este delito se suma a una pena previa de 19 años de prisión que ya cumple por una serie de robos en museos y cajeros automáticos, lo que refuerza su perfil como un criminal reincidente especializado en delitos de alto perfil.
Otro implicado en el caso, Fred Doe, de 36 años, recibió en marzo una sentencia en suspenso por conspiración para transferir bienes robados. Las investigaciones revelaron que mantuvo comunicaciones codificadas con Sheen sobre la posible venta del oro extraído del retrete.
El robo de América causó un fuerte revuelo en el mundo del arte y en la prensa británica, no solo por el valor económico de la pieza, sino también por su simbolismo. La obra, que había sido expuesta anteriormente en el Museo Guggenheim de Nueva York, era vista como una sátira sobre el lujo excesivo y el poder.
A pesar de los esfuerzos de la policía, el destino final del inodoro sigue siendo un misterio. Mientras tanto, las autoridades británicas han cerrado el caso judicialmente, dejando a la obra perdida como un recordatorio dorado —y literal— del crimen.
Fuente: EFE
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