La Guardia Costera de Estados Unidos notificó el fallecimiento del cubano Carlos Alberto Rosell Ojeda, de 56 años, tras encontrar su cuerpo este martes, luego de varios días de búsqueda.
El pasado 19 de junio autoridades de la Guardia Costera del Sector de Cayo Hueso lanzaron una alerta de búsqueda para este cubano quien había intentado llegar en una balsa a Estados Unidos pero presuntamente naufragó.
El balsero cubano había sido visto por última vez en el mar cerca de Fort Zachary Taylor en aguas jurisdiccionales de Estados Unidos.
Lamentablemente, luego de tres días de búsqueda, se encontró el cadáver.
El cuerpo del señor Rosell Ojeda fue recuperado por efectivos de la Guardia Costera y de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida, el martes según confirmó USCG.
"Nos gustaría expresar nuestro más sentido pésame a los seres queridos del Sr. Rosell Ojeda", dijo la teniente Elizabeth Tatum, coordinadora de la misión de búsqueda y rescate del caso.
El periodista Wilfredo Cancio reveló que Carlos Alberto Rosell, era veterano de la guerra de Angola y hasta el momento de su salida trabajó como almacenero en la cadena de tiendas CIMEX.
Cancio refirió que Rosell Ojeda fue parte de un grupo 20 cubanos que zarpó la madrugada del pasado sábado, alrededor de la 1:00 de la madrugada, rumbo a Estados Unidos.
Desafortunadamente el bote naufragó ya cerca de la costa estadounidense. De esas 20 personas un grupo fue rescatado por turistas argentinos mientras otros 12 fueron dados como desaparecidos.
Wilfredo Cancio explicó que 10 de ellos lograron nadar y llegar a las costas de Cayo Hueso y uno de ellos fue rescatado por agentes de la Guardia Costera y llevado a un hospital cercano para recibir atención médica de emergencia.
Lamentablemente a Carlos Alberto Rosell Ojeda le tocó la peor parte, su familia explicó al reportero, que el cuerpo del hombre apareció desmembrado.
La víspera CubitaNOW informó del rescate de ocho cubanos por dos marineros argentinos que navegaban en el golfo de México el domingo pasado, los de la isla habían naufragado y trataban de sobrevivir en el agua.
Guillermo Triguero y Alejandro Zecchin, capitanes de barco, salieron el domingo en un viaje de esparcimiento en el que navegarían desde el Golfo de México hacia Bahamas. Cuando iban en el trayecto, los gritos de varias personas los hicieron detenerse: eran migrantes cubanos que intentaban sobrevivir al hundimiento de su lancha.
Entrevistados por un medio de prensa argentino expusieron la enorme sorpresa que se llevaron: “escuchamos unos gritos. Empezamos a rastrear la zona y subimos a ocho cubanos. Estaban a la deriva”.
“De repente, escuchábamos voces, pero no los veíamos en el agua. Encontramos a uno y empezamos a rastrear la zona. Estaban todos dispersos, como a un kilómetro a la redonda. Subimos a ocho cubanos y de inmediato dimos aviso a la Guardia Costera para iniciar con los protocolos correspondientes”, contó uno de ellos.
Al contabilizar los rescatados, hallaron ocho cubanos: dos de ellos de 60 años y el resto promediando los 30.