El 28 de mayo, el gobierno de Estados Unidos anunció una serie de medidas que buscan facilitar el acceso a Internet en Cuba. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) informó que estas disposiciones ya están en vigor y traerán significativos beneficios para los ciudadanos Cubanos.
Las nuevas medidas permiten la exportación de servicios basados en la nube a Cuba. Esto incluye almacenamiento y procesamiento de datos en servidores remotos, lo que puede mejorar significativamente la infraestructura digital en la isla.
Se autoriza la prestación de servicios, incluida la capacitación, para instalar, reparar o reemplazar ciertos equipos sin necesidad de cumplir con parámetros específicos de clasificación de control de exportaciones. Esta flexibilidad permitirá una actualización más ágil y eficiente de la infraestructura tecnológica en Cuba.
La OFAC ha modificado los permisos para la exportación y reexportación de software y aplicaciones móviles de origen cubano hacia terceros países desde Estados Unidos. Esto incluye una amplia gama de servicios como mensajería instantánea, redes sociales, alojamiento web, plataformas de colaboración y videoconferencias, entre otros.
Estas medidas permitirán a los cubanos acceder a una variedad más amplia de servicios en línea que antes estaban restringidos. Entre los ejemplos más relevantes se incluyen:
Además de los servicios mencionados, la autorización para la exportación de software y aplicaciones móviles de origen cubano abre nuevas oportunidades comerciales para los desarrolladores y empresarios en Cuba. La posibilidad de que estos productos lleguen a mercados internacionales puede impulsar la economía local y fomentar la innovación tecnológica.
A pesar de los beneficios aparentes, estas medidas también enfrentan críticas. Algunos analistas consideran que estas acciones son insuficientes para generar un cambio significativo en el acceso a Internet en Cuba. Aunque se permiten ciertos servicios, el control y la censura del gobierno cubano sobre el acceso a la información en la red sigue siendo una barrera considerable.
Además, estas medidas podrían estar limitadas por la infraestructura existente en la isla, que carece de la capacidad necesaria para soportar un aumento significativo en el tráfico de datos y la adopción de nuevas tecnologías. Sin inversiones substanciales en la infraestructura de telecomunicaciones de Cuba, los beneficios de estas medidas podrían no ser completamente realizables.
Miembros del exilio cubano también se han manifestado en contra de las nuevas políticas de la administración Biden, argumentando que estas medidas ayudan al gobierno cubano y le proporcionan un respiro económico que le permite mantenerse en el poder. Según estos críticos, las políticas actuales no presionan suficientemente al régimen cubano para que realice cambios significativos en materia de derechos humanos y libertades civiles.
Por último, hay preocupación sobre la sostenibilidad a largo plazo de estas políticas. Las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Cuba han sido históricamente inestables, y un cambio en la administración estadounidense podría revertir o modificar estas medidas, dejando a los cubanos en una posición de incertidumbre respecto a su acceso a servicios de Internet.