Arturo Sandoval, trompetista y pianista cubano que ha recibido 9 premios Grammy y ha sido nominado en 17 ocasiones, se desvivió en elogios para el científico y activista cubano Ariel Ruiz Urquiola.
Su mensaje nace al calor de la contundente y precisa intervención de Ruiz Urquiola, la víspera, ante el Parlamento Europeo, donde un grupo de cubanos expuso la realidad de la isla.
“Su participación de hoy en el Parlamento Europeo fue algo increíble, con una profundidad asombrosa, un dominio del lenguaje admirable y su aporte fue contundente e indiscutible”, dijo Sandoval.
A través de su muro de Facebook, el artista, que también expuso y recordó importantes momentos de su vida marcados por el comunismo, reconoció que hacer su discurso después del científico fue todo un reto.
“Para mí fue difícil seguir a un hombre tan culto e inteligente. ¡¡¡¡Hermano, que Dios te bendiga!!!!”, argumentó el multipremiado cubano.
El conocido y popular actor y humorista cubano Alexis Valdés fue otro de los isleños que tuvo la posibilidad de hablar ante el Parlamento Europeo.
"Soy un cómico al que en mi país nadie puede ver en un teatro, porque tengo prohibida la entrada a Cuba desde hace 15 años. ¿Por qué? Por tener opiniones diferentes a las opiniones oficiales del gobierno de Cuba y expresarlas. Es decir, por intentar ser un hombre honesto", dijo el artista al comenzar.
Asimismo, lamentó que "hace tiempo ya la honestidad en Cuba está penalizada. Todos los hombres y mujeres honestos que salen a la calle a gritar la verdad dentro de la isla son perseguidos, difamados, torturados, ultrajados, encarcelados".
Lo que este gobierno "ha hecho a mi pueblo además de lo material, es un daño moral, porque nos ha privado del uso de la verdad y ha enseñado a la gente a mentir, a vivir en doble moral para poder sobrevivir. Este gobierno ha separado a las familias, ha destruido muchas tradiciones caprichosamente, nos ha perseguido por ideas políticas, religiosas, por gustos artísticos o por elección sexual".
"Mis coterráneos tienen que ver mis actuaciones, monólogos, sketchs a escondidas, en pequeñas memorias que circulan por el país de manera clandestina", explicó.
“No somos exiliados, somos desterrados porque no podemos volver a nuestra tierra, somos desterrados en pleno siglo XXI, y esto es una flagrante violación de los derechos humanos", argumentó.
"Nuestro país, como todos saben, está destruido, las infraestructura, las calles, las carreteras, aquellas casas que fueron joyas arquitectónicas. Cuando veo mi ciudad, mi hermosa Habana con esos edificios en ruinas que se caen encima de la gente, recuerdo una frase de alguien que dijo por los años 80 que la Habana era como una mujer hermosa pero acabada de despertar. 30 años después yo diría que la Habana es una mujer que fue hermosa, que está acabada de levantar, pero después de una gran borrachera, levantada con resaca", lamentó.
"No puede seguir el mundo dando la espalda a lo que pasa en Cuba", pidió antes de finalizar.