Un hombre de la tercera edad falleció la víspera tras ser atropellado por una guagua de Transgaviota en la intersección de las calles 42 y 37, en el municipio Playa, La Habana.
El suceso ocurrió en horas de la noche, bajo condiciones de lluvia y escasa visibilidad, según relató el testigo presencial Manuel Viera a través de sus redes sociales.
La víctima, que intentaba cruzar la calle, fue impactada en una zona con iluminación deficiente.
Un transeúnte que presenció el hecho logró acercarse al cuerpo y gritó que aún tenía pulso, solicitando ayuda urgente.
Viera indicó que se comunicó con el número de emergencia 106, donde fue informado de que “la técnica ya se dirigía al lugar”.
Sin embargo, pasaron más de 20 minutos sin que llegaran ambulancias, patrullas policiales o personal de bomberos.
Según el relato, solo dos motos de la policía de tránsito se hicieron presentes en el sitio.
Pasados más de 40 minutos, el cuerpo del hombre aún permanecía bajo la guagua.
Finalmente, una unidad de bomberos llegó al lugar, procedente de la estación ubicada en 54 y 27, a menos de un kilómetro del sitio del accidente.
Un joven bombero se acercó al cuerpo, verificó su estado y cubrió al hombre con una lona.
Cinco minutos después, llegó una ambulancia, cuando ya no se reportaban signos vitales.
Durante todo ese tiempo, decenas de personas permanecieron en el lugar, visiblemente afectadas por la escena y molestos ante la tardanza de los servicios de emergencia.
Algunos testigos enfrentaron verbalmente a los funcionarios que acudieron tardíamente.
Manuel Viera, testigo directo, expresó que no fotografió el cuerpo por respeto a la víctima y su familia, pero consideró necesario denunciar lo ocurrido por responsabilidad cívica y humana. Describió a la víctima como “un señor mayor con una gorrita roja”, y destacó el impacto emocional que le causó presenciar los hechos, que lo dejaron con “una sensación de desamparo”.
Hasta el momento, no se ha emitido un nota oficial por parte de las autoridades competentes ni se ha identificado públicamente a la víctima.
El suceso ha generado consternación y cuestionamientos en torno a la eficiencia del sistema de respuesta ante emergencias en la capital cubana.