Una escena digna de una película de desastre sacudió la tarde de este lunes la apacible zona de Maida Vale, en el oeste de Londres, cuando una explosión masiva provocada por la falla de un transformador desató un incendio en una subestación eléctrica.

El fuego, que rápidamente se propagó al techo de un edificio residencial cercano, obligó a la evacuación inmediata de decenas de personas y generó escenas de pánico entre los residentes.

Testigos describieron un sonido ensordecedor, seguido por una vibración en el suelo y una gran columna de humo negro que se elevaba hacia el cielo. “Fue como una bomba. Salimos corriendo, gritaban ‘¡explosión!’ por todos lados”, relató una vecina aún conmocionada. Las autoridades confirmaron que más de 100 bomberos y 15 unidades de emergencia fueron desplegados para contener las llamas y asegurar la zona.

El servicio de bomberos de Londres informó que el siniestro tardó varias horas en ser controlado debido a la intensidad del fuego y la complejidad de acceder a la infraestructura eléctrica afectada. Hasta el momento, no se han reportado víctimas fatales, aunque sí se registraron algunos casos de intoxicación leve por humo entre residentes y trabajadores de emergencia.

Las autoridades pidieron a la población mantener las ventanas cerradas y evitar la zona mientras las labores de enfriamiento y evaluación de daños continúan. Varios bloques residenciales permanecen sin energía eléctrica, y se ha iniciado una investigación oficial para determinar la causa precisa del fallo.

Este incidente ocurre en un contexto preocupante para la infraestructura energética europea.

Solo unas horas antes, un apagón masivo dejó sin electricidad a amplias zonas de España, Portugal y el sur de Francia. A ello se suma el reciente colapso eléctrico reportado en el aeropuerto londinense de Heathrow, generando inquietud sobre posibles fallos sistemáticos en la red eléctrica continental.

En redes sociales, la explosión en Maida Vale ha desatado una ola de especulaciones. Algunos usuarios señalan la posibilidad de sabotajes, mientras otros apuntan a un deterioro progresivo de las infraestructuras críticas no actualizado con estándares de seguridad modernos. “Tres incidentes graves en menos de 48 horas no pueden ser casualidad”, escribía un usuario en X (antes Twitter), acompañado de imágenes del humo visible desde varios kilómetros.

Mientras los equipos de emergencia trabajan para restaurar la normalidad, el gobierno británico ha anunciado que revisará de manera urgente los protocolos de seguridad en instalaciones eléctricas.

Expertos señalan que el aumento de la demanda energética, junto con los efectos del cambio climático, podrían estar presionando los sistemas más allá de su capacidad.

Por ahora, Maida Vale intenta volver a la calma, pero la sombra de una infraestructura energética vulnerable se cierne sobre una Europa que parece no estar preparada para enfrentar una cadena de fallos de esta magnitud.

La Tijera

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