En Santiago de Cuba, varios cuentapropistas y puntos de venta ubicados en la localidad de Altamira fueron multados hoy por vender productos a la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), una organización opositora al régimen cubano liderada por José Daniel García Ferrer. Esta multa ha generado indignación entre los emprendedores locales, quienes temen represalias por parte del Partido Comunista de la ciudad. La información fue dada a conocer a través de la página de Facebook del periodista Yosmany Mayeta Labrada.

Según testimonios de los propios cuentapropistas, las sanciones fueron impuestas por inspectores que acusaron a los vendedores de suministrar productos a Ferrer, quien a diario distribuye alimentos a más de 200 personas, muchas de ellas en situaciones críticas o con discapacidades. Los comerciantes afectados pidieron que sus nombres se mantuvieran en anonimato debido al temor a represalias por parte de las autoridades locales.

Uno de los cuentapropistas comentó: «Me hace falta que me pongas en anonimato porque si saben quién hizo la denuncia y tiró las fotos, tú sabes que me desaparecen». Este testimonio refleja el ambiente de temor en el que operan los emprendedores privados en Cuba, quienes enfrentan una creciente presión por parte del régimen.

El monto de las multas impuestas asciende a más de 16,000 pesos en moneda nacional, una cifra significativa para estos trabajadores, que no logran generar ingresos suficientes para cubrir una cantidad tan alta. «Para pagar esto, debo doblar el lomo, levantarme en la madrugada y buscar viandas bien lejos, y también mantener a mi familia. Si pago la multa, paso hambre y no tengo para mis hijos, pero si no la pago, tú sabes que se duplica y se pone peor la cosa», expresó uno de los afectados, visiblemente preocupado por su futuro.

A pesar de las sanciones, la mayoría de los comerciantes en la zona han expresado su apoyo a las labores humanitarias de la UNPACU y a José Daniel García Ferrer. Muchos de ellos aseguran que seguirán vendiéndole productos a Ferrer, considerando que él es un cliente regular que siempre paga por los productos adquiridos. «Si ellos nos siguen prohibiendo vender, siempre buscaremos la forma de ayudarlo, porque no lo dejaremos morir. Sus ideales son los nuestros también», agregó uno de los vendedores.

El caso ha provocado un llamado de solidaridad y de denuncia hacia las autoridades de Santiago de Cuba. Desde la página de Yosmany Mayeta Labrada, se ha hecho un llamado a los dirigentes de la ciudad y a sus inspectores para que cesen el asedio, la presión y las multas desmedidas contra los cuentapropistas locales. «Seguiremos al pendiente de estas lamentables acciones de hostigamiento contra el sector privado de esta urbe suroriental cubana», afirmó el periodista en su publicación.

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