Un nuevo accidente de tránsito sacudió este lunes a la provincia de Guantánamo, dejando un saldo de ocho personas lesionadas, entre ellas un menor de edad.

El hecho ocurrió cuando el automóvil en el que viajaban rumbo al sur de la provincia sufrió la rotura de la barra de dirección, lo que provocó que el chofer perdiera el control del vehículo y este terminara en siniestro.

De inmediato, los heridos fueron trasladados al Hospital General Docente Dr. Agostinho Neto, el principal centro asistencial de la provincia, donde se activó el protocolo de accidente masivo. Según el parte médico, los ocho afectados —siete adultos y un niño— fueron evaluados y clasificados en “código verde”, categoría que indica que las lesiones no comprometían sus vidas. Ninguno de los lesionados necesitó hospitalización, aunque algunos permanecieron bajo observación médica.

Testimonios de los propios pasajeros aseguran que el vehículo “se partió” en plena marcha, lo que evidencia el pésimo estado técnico en que circulan buena parte de los autos en Cuba.

La rápida reacción del personal de salud permitió una atención inmediata que evitó complicaciones mayores.

Este hecho ocurre apenas unos días después de otro accidente fatal en el municipio Niceto Pérez, también en Guantánamo, que cobró la vida de una joven de 22 años identificada en redes sociales como Yeni Sarmiento.

La víctima viajaba en una motocicleta eléctrica junto a un acompañante cuando fueron violentamente embestidos por un ómnibus.

La colisión se produjo tras una maniobra brusca ocasionada por la irrupción de una carreta de bueyes en la carretera, lo que desató la tragedia.

El joven que acompañaba a Sarmiento permanece hospitalizado en estado crítico.

Los accidentes de tránsito en Cuba son un flagelo constante.

La coexistencia de ómnibus, autos antiguos, motocicletas eléctricas y hasta carretas de tracción animal en las mismas vías, sumada al deterioro del asfalto y la falta de señalización, eleva el riesgo diario para los conductores y peatones.

La ausencia de un plan integral de seguridad vial y la carencia de recursos para modernizar el transporte convierten cada trayecto en una potencial tragedia.

En lo que va de año, los siniestros se han multiplicado en todo el país, dejando víctimas mortales y lesionados, y poniendo de relieve un problema que las autoridades aún no logran frenar.

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