Está claro que hay bromas y bromas, las hay pesadas y de mal gusto. Pero la que le gastaron a Federico Álvarez Castillo, empresario textil e inmobiliario de Argentina, no tiene nombre. Al parecer, alguien lanzó un cerdo, aparentemente muerto, desde un helicóptero directo a la piscina privada de su casa en Punta del Este, Uruguay, broma cruel con la que, según ha explicado, él no tiene nada que ver.

El millonario de 60 años envió este miércoles un comunicado a través de su cuenta de Instagram personal y de la de su marca de ropa, Etiqueta Negra, en le que negaba que estuviera relacionado con el suceso.

"Quiero repudiar este hecho de vandalismo del cual fuimos víctimas mi familia y yo. Y aclarar que, en el momento de los hechos, nos encontrábamos dentro de la casa cuando oímos un fuerte ruido en el jardín; al salir vimos este acto aberrante que nos llevó a un gran desconcierto por una broma de muy mal gusto", explicó en un story. "Por ese motivo, repudiamos este tipo de acciones y estamos trabajando para que se esclarezca de inmediato esta situación", añadió.

Por otro lado, no queda del todo claro qué animal fue el que tiraron, pues la esposa de Federico Álvarez Castillo, la modelo Lara Bernasconi, dijo que se trataba de un cordero. "A nosotros nos tiraron un cordero muerto a nuestra piscina", declaró en el programa argentino Los ángeles de la mañana.

Además, también contestó a los que dicen que se oyen risas en el vídeo: "Hay gente que reacciona riéndose, algunos se ríen de los nervios, puedes tener muchas reacciones. Nadie se rió de esta situación. Estábamos sorprendidos como todo el mundo, tenemos la conciencia súper tranquila, sabemos quiénes somos, cómo somos, cómo actuamos en la vida".

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