En Marianao, La Habana se ha desatado una ola de indignación ciudadana tras una denuncia publicada en redes sociales que expone una práctica abusiva en la venta de alimentos. Una vecina relató que, al comprar 5 libras de pollo frente al anfiteatro de Marianao, recibió casi la misma cantidad de agua y hielo que de carne.

Según explicó, al reclamarle al dependiente por la evidente irregularidad, este le respondió con total indiferencia: “hay que comprarlo así o no lo compre”. La frase encendió aún más la molestia de la denunciante, quien aseguró que se trata de un engaño y un abuso contra las familias que, con salarios muy bajos y precios en constante alza, apenas logran poner comida en la mesa.

“Estamos pagando por hielo, el pollo se pierde, uno tiene hijos y los que salarios no alcanzan con los precios de hoy”, lamentó la afectada.

Tras hacerse pública la queja, la encargada del establecimiento contactó a la ciudadana y le entregó nuevamente el pollo, esta vez sin costo, a cambio de que eliminara la publicación original. Sin embargo, ya la denuncia había sido compartida y viralizada, lo que impidió que el caso se silenciara.

La práctica de inyectar pollo con agua no solo representa un fraude económico, sino que también afecta directamente la calidad de los alimentos y, por ende, la salud de los consumidores. Cada libra “inflada” con hielo es dinero que sale de los bolsillos de las familias cubanas, quienes viven al límite en medio de la crisis económica.

El caso ha reavivado el debate sobre la falta de controles efectivos y la impunidad con la que operan muchos establecimientos. La ciudadanía se pregunta hasta cuándo se permitirá que los consumidores sigan siendo víctimas de estas estafas disfrazadas de ventas.

La denunciante asegura que no se trata de un caso aislado y que esta práctica es cada vez más común. Por ello insiste en visibilizar lo ocurrido, con la esperanza de que más personas alzen la voz y se detengan estas acciones que castigan al pueblo trabajador.

¿Hasta cuándo se permitirá que engañen así al consumidor?

Del perfil de La Tijera

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