Vecinos con niños en brazos paralizan calles en Santiago de Cuba y logran respuesta de la Empresa Eléctrica
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 9 de julio de 2025

Vecinos del reparto La Marmolosa, en el Consejo Popular Ciudamar, Santiago de Cuba, protagonizaron este martes una protesta espontánea tras sufrir varios días sin servicio eléctrico.
El detonante fue un transformador dañado que, según reportes locales, no había sido atendido por las autoridades a pesar de las constantes quejas de los residentes. Cansados del silencio oficial, decenas de personas salieron a las calles con niños en brazos, cerraron el paso vehicular y comenzaron a golpear calderos, exigiendo una solución inmediata.
"Fue la presión de la gente la que hizo moverse a las autoridades. Cuando vieron que la protesta se expandía, desplegaron patrullas, enviaron militares de la Unidad Boinas Rojas y, al mismo tiempo, aparecieron carros de la Empresa Eléctrica para atender el problema," explicó un testigo desde el lugar, cuya identidad se reserva por razones de seguridad.
El corte prolongado de electricidad afectó a numerosas familias del barrio, generando un profundo malestar en una comunidad ya golpeada por apagones, escasez de alimentos y la creciente represión.
La protesta, aunque breve, evidenció el nivel de hartazgo acumulado y la capacidad de organización vecinal en contextos de crisis. Lo más significativo es que la manifestación ocurrió con personas llevando a sus hijos pequeños, lo que subraya la desesperación generalizada.
"La gente no aguantó más. Salieron a la calle con lo que tenían: sus voces, sus calderos y la convicción de que solo haciendo ruido los iban a escuchar," relató otro vecino.
Poco después del inicio del plantón, comenzaron a circular reportes sobre presencia policial y militar en el área, supuestamente para “contener” el descontento. A la par, se cortó el acceso a internet en la zona, dificultando la difusión de imágenes y videos.
Hasta el momento, no hay información confirmada sobre arrestos o represalias. Tampoco se ha esclarecido si la reparación del transformador fue definitiva o solo temporal. Lo cierto es que la protesta surtió efecto y logró que las autoridades se presentaran en el lugar, aunque fuera empujadas por la presión popular y la visibilidad mediática del caso.
Situaciones similares se han venido repitiendo en otras regiones del país, evidenciando un patrón creciente de indignación popular frente al deterioro de los servicios básicos.
En mayo pasado, residentes del barrio El Condado en Santa Clara, también salieron a la calle después de estar cinco días sin electricidad. Al grito de "Queremos corriente", hombres, mujeres y ancianos se manifestaron frente al edificio del Poder Popular. Solo después del alboroto, y de la difusión de videos en redes sociales, acudieron técnicos de la Empresa Eléctrica a reparar el sistema.
"Nosotros no queríamos protestar, pero es que ya no aguantamos más. La comida se echó a perder, los niños lloraban del calor," expresó una vecina afectada en esa ocasión. Al igual que en La Marmolosa, el acceso a internet fue bloqueado durante varias horas para evitar que circularan imágenes de la protesta.
En abril, en el municipio de Nuevitas, Camagüey, decenas de mujeres lideraron una marcha espontánea luego de varios días de apagones y falta de agua potable. Con pancartas improvisadas y ollas en mano, recorrieron varias cuadras hasta ser interceptadas por fuerzas del Ministerio del Interior. Algunas de ellas fueron posteriormente citadas e interrogadas, pero ninguna de las necesidades básicas fue resuelta de forma inmediata.
"El pueblo se está cansando de callar. Antes teníamos miedo, ahora tenemos hambre, calor y niños enfermos," dijo una madre camagüeyana en condición de anonimato.
"Cuando no hay luz, ni agua, ni comida... solo queda la calle como último recurso. Y lo más fuerte es que está funcionando: solo así es que las autoridades reaccionan," comentan activistas que monitorean estos estallidos ciudadanos.
Los casos de La Marmolosa, El Condado y Nuevitas reflejan un creciente patrón de protesta barrial en Cuba, caracterizado por demandas muy concretas y espontaneidad. Aunque las autoridades intentan silenciar estos brotes mediante cortes de internet y presencia policial, el malestar continúa expandiéndose. Y lo más revelador es que en cada uno de estos casos, tras el ruido y la presión popular, las soluciones llegan… aunque tarde y con miedo.