Vanessa Alfonso Lupianez, una niña cubana de seis años, está recibiendo tratamiento contra el cáncer en el Nicklaus Children's Hospital, en el suroeste de Miami-Dade desde hace casi una semana.

Después de varios meses de gestiones, la familia pudo viajar a Estados Unidos para tratar la enfermedad de la pequeña.

La madre de la niña, Jennifer Lupianez, agradece a la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar por las gestiones para salvar la vida de su hija.

Ella pudo salir de Cuba junto al padre de Vanessa y su otro hijo gracias a una visa que gestionó Salazar.

"Agradecida con la congresista porque los cuatro podemos estar juntos y pasar por este proceso", dijo la madre emocionada.

Un reportaje de la cadena CBC News mostró imágenes del momento en el que Salazar visita a la familia para conocer a la niña.

De acuerdo a la información, el abuelo de Vanessa, que vive en Cutler Bay, se acercó a Salazar a fines del año pasado y le pidió ayuda. A su nieta le habían diagnosticado cáncer en el riñón y le pronosticaron que no sobreviviría al tratamiento médico en Cuba.

Las congresista explicó que había sido realmente un milagro lograr que toda la familia se pudiera reunir en Miami y agradeció al Departamento de Estado de Estados Unidos por trabajar en conjunto para hacerlo posible.

"Estos son los momentos que marcan la diferencia", dijo. “Te cambia la vida porque esta niña podría ser mi hija", agregó.

En septiembre pasado, el panorama de Vanessa parecía sombrío. “Se va a morir si no viene”, había alertado Salazar a las autoridades migratorias norteamericanas. "Tenemos la medicina para salvarla. Y para cambiar la vida de esta familia".

Ocho meses después del diagnóstico de cáncer, a la familia de Vanessa le ha vuelto la esparanza.

Con el tiempo, esperan hacer todas las cosas que a la pequeña de seis años le encantaba hacer antes de enfermarse.

"Pasa todo el tiempo bailando, cantando", dijo la mamá. "Eso es lo que le encanta hacer".

Vanessa tuvo los controles preliminares la semana pasada y su mamá espera que muy pronto comience el nuevo tratamiento.

En Cuba, cuando los médicos descubrieron que tenía cáncer le quitaron el riñón y durante tres meses no pudo ver a su padre y a su hermano.

“Mi hijo se deprimió mucho”, dijo Yansey Alfonso, el papá de Vanessa. "Yo también. Imagínate en la calle tratando de encontrar comida, tratando de encontrar alimentos. Fueron muy duro esos tres meses", explicó.

En Cuba les faltaban los medicamentos y los especialistas se negaron a informar qué medicina le habían administrado a la niña.

Ante la crisis en el sistema de salud de la isla muchas familias piden ayuda para tratar a sus hijos en Estados Unidos.

El pasado año Natalia Aguilera, de diez años, logró viajar con su familia para ser tratada en Miami.

A la pequeña le habían diagnosticado un osteosarcoma grado tres en su extremidad y su caso se hizo viral luego de que ella compartiera su historia en las redes y comenzara una campaña junto a su familia para tener los fondos y poder tratarse en Florida.

Sentada en su silla de rueda desde Cuba pedía ayuda a cualquier doctor especializado para que le pudieran salvar su vida y su pie derecho, que fue diagnosticado con cáncer grado tres de osteosarcoma.

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