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Muertes en cadena en la sala de hemodiálisis de Mayarí

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 8 de noviembre de 2025

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La tragedia se repite una y otra vez en la sala de hemodiálisis del Hospital de Mayarí, en Holguín. Lo que debería ser un espacio para prolongar la vida de los enfermos renales se ha convertido, según denuncian trabajadores y familiares, en un lugar donde la muerte parece tener turno fijo.

Ya han fallecido varios pacientes y solo quedan cuatro en tratamiento. Cada sesión se desarrolla entre agua estancada, olores nauseabundos, máquinas deterioradas y una total falta de recursos e higiene.

El área, ubicada en un sótano que amanece todos los días inundado, no cuenta ni siquiera con productos básicos para limpiar. Los enfermos, que dependen de la diálisis para sobrevivir, reciben el procedimiento en condiciones que cualquier protocolo médico calificaría de criminales. Según el periodista independiente José Luis Tan Estrada, las autoridades de salud conocen desde hace meses el estado deplorable del lugar, pero no han tomado medidas. Mientras tanto, los pacientes mueren uno tras otro, en silencio, abandonados por un sistema que presume ser una “potencia médica”.

Los comentarios en redes sociales reflejan una mezcla de indignación, impotencia y dolor. “La hemodiálisis no es un juego, es lo único que te puede dar 24 horas más de vida”, escribió una usuaria, mientras otra calificó el sitio como “un matadero que debería cerrarse”. Muchos denuncian que los hospitales cubanos se han convertido en trampas mortales y que el gobierno prefiere reprimir vendedores callejeros antes que resolver el colapso sanitario.

“Cuba duele”, escribió un internauta entre lágrimas digitales. “Nos están dejando morir, y todavía hay quienes defienden lo indefendible desde la comodidad de sus casas en el extranjero”. Otros recordaron que durante la pandemia ya se habían reportado condiciones similares en salas de diálisis de otras provincias, donde los pacientes eran atendidos sin guantes, sin agua limpia y sin equipos esterilizados.

El abandono no es un hecho aislado: es el reflejo de un sistema en ruinas, donde la salud pública agoniza entre la corrupción, la desidia y la falta de humanidad. Lo que ocurre en Mayarí no es una simple negligencia, sino un crimen silencioso contra quienes más necesitan cuidados. Hoy, mientras las autoridades miran hacia otro lado, Cuba entera observa cómo la “potencia médica” se desmorona entre charcos de agua sucia y lágrimas de desesperación.



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