El régimen cubano reacciona con molestia tras quedar fuera de la Cumbre de las Américas
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 1 de octubre de 2025

El régimen cubano no ocultó su malestar tras conocerse su exclusión de la próxima Cumbre de las Américas, prevista para diciembre en Punta Cana, República Dominicana. Junto con Venezuela y Nicaragua, Cuba quedó fuera del evento, decisión que responde a un criterio claro: ninguno de estos tres países pertenece a la Organización de Estados Americanos (OEA), y su inclusión no haría más que entorpecer los consensos entre las democracias de la región.
El propio Miguel Díaz-Canel calificó la decisión como “impuesta por Estados Unidos” y aseguró que Cuba estaba dispuesta a un diálogo “respetuoso y constructivo”. Sin embargo, la historia reciente contradice estas palabras: cuando el régimen ha tenido participación en foros hemisféricos, su objetivo no ha sido cooperar, sino atacar a la OEA, a Washington y a cualquier país que cuestione su modelo autoritario.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) emitió un comunicado denunciando la medida como una “claudicación” ante presiones estadounidenses y acusó a Washington de revivir la Doctrina Monroe. Según el régimen, una cumbre sin Cuba equivaldría a un retroceso histórico y a un espacio “condenado al fracaso”.
La Cancillería dominicana aclaró que la decisión de no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua responde a criterios institucionales: ninguno de estos países forma parte de la OEA ni asistió a la última edición de la Cumbre. Además, se priorizó garantizar un foro donde prevalezca el consenso y no el enfrentamiento político, evitando la presencia de naciones cuya participación podría dedicarse más a sabotear el evento que a contribuir con soluciones.
La exclusión, lejos de ser arbitraria, refleja la realidad: los tres gobiernos mencionados han utilizado durante años las cumbres hemisféricas para proyectar un discurso antiestadounidense, sin voluntad de diálogo real ni compromisos democráticos.
El malestar de La Habana no sorprende. Desde 2015, cuando Cuba participó por primera vez en la Cumbre de las Américas en Panamá, el régimen ha tratado de presentarse como un interlocutor válido. Sin embargo, sus intervenciones se han caracterizado por discursos ideológicos y ataques retóricos, no por propuestas concretas de cooperación regional.
La exclusión actual pone en evidencia que, una década después, las relaciones hemisféricas no han cambiado en lo esencial: la mayoría de países de la región apuesta por fortalecer la democracia, mientras Cuba insiste en defender un sistema autoritario acompañado por sus aliados de Caracas y Managua.

La Cumbre de las Américas fue concebida como un espacio de diálogo y cooperación para las naciones que comparten valores democráticos y buscan consensos en temas como seguridad, comercio, migración y desarrollo sostenible. La presencia de regímenes que niegan libertades fundamentales resultaría un obstáculo evidente para alcanzar esos objetivos.