Las autoridades migratorias de Uruguay han denegado el 85 por ciento de las solicitudes de asilo político a los cubanos que llegan a ese país sudamericano.

En 2022, desde el 1 de enero hasta el 31 de mayo, solo tres cubanos fueron reconocidos como refugiados por el Comisión de Refugiados (CORE). Funcionarios de Cancillería explicaron que los solicitantes de refugio de origen cubano reciben una resolución denegatoria debido a que sus argumentos son carentes.

“Lo que dicen es que son razones económicas y las razones económicas, cuando lo dicen en la entrevista, no son razones que justifiquen un refugio”, dijeron a Montevideo Portal. La CORE rechazó en los primeros seis meses de este año 89 solicitudes de refugio, 82 de las cuales fueron realizadas por cubanos.

De acuerdo con los datos, desde 2017 la mayor parte de las solicitudes de refugio denegadas son de personas procedentes de Cuba, aunque las cifras de este año permiten pensar que posiblemente se bata un récord de denegatorias.

Sin embargo, los venezolanos corren una suerte muy distinta. La Comisión interministerial e interinstitucional con sede en el Ministerio de Relaciones Exteriores, concedió el refugio a 83 venezolanos que lo solicitaron, sin rechazar una solicitud de ciudadanos de ese país desde 2019, cuando se denegaron únicamente dos peticiones.

“Todo refugiado político que llega a un territorio extraño en esa situación está muy tumbado. Psicológicamente no está al cien por ciento. Está viviendo una situación traumática y eso puede condicionar”, comentó Jorge Valdés, del colectivo Cubanos Libres en Uruguay que, a su vez, es miembro de la Red de Apoyo al Migrante.

Valdés, de 27 años, lleva tres como solicitante de refugio en Uruguay. Hace menos de un mes recibió un mail con la resolución del CORE en la que se le reconocía su condición. Desde 2017, 226 de un total de 264 solicitudes de cubanos fueron denegadas.

El refugio en Uruguay es regulado por la ley 18.076, una norma titulada “Derecho al refugio y a los refugiados” que promulgaron las autoridades de ese país en 2006. En su primer artículo, la ley señala que “toda persona tiene derecho a solicitar y recibir refugio en el territorio nacional”, por lo cual toda persona puede solicitar el refugio al presentarse en cualquier punto fronterizo uruguayo y el Estado debe procesar su pedido.

Por su lado, el CORE, el organismo que determina quién tiene derecho al refugio y quién no, tiene hasta cuatro años para emitir una resolución sobre un caso concreto. El trámite se origina desde el momento en que se presenta un solicitante de refugio en la frontera y se le realiza una entrevista de manera individual, apartándolo del grupo y de sus familiares en caso de llegar acompañado.

La cláusula de inclusión está apegada a la declaración de Cartagena sobre los Refugiados, e indica que las personas serán reconocidas como refugiadas si “han huido del país de su nacionalidad (…) porque su vida, seguridad o libertad resultan amenazadas por la violencia generalizada (…) o cualquier otra circunstancia que haya perturbado gravemente el orden público”.

Un alto cargo de la Cancillería reconoció que, cuando se hizo la ley en 2006, eran muy pocos los casos de refugio a analizar. “Después empezó, más que nada con el tema de los cubanos, a crecer exponencialmente, y la verdad que con los recursos que tenemos es imposible procesar toda esa cantidad”, dijo.

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