Ucrania afirma haber alcanzado un submarino ruso con drones subacuáticos en un puerto del mar Negro
Redacción de CubitaNOW ~ martes 16 de diciembre de 2025
Las autoridades ucranianas aseguraron haber dañado un submarino ruso de la clase “Kilo” mediante un ataque con drones subacuáticos en el puerto de Novorossiysk, en el mar Negro, aunque no fue hundido, como se afirmó inicialmente en algunas informaciones. El submarino se encontraba atracado en la costa del puerto, fuera de operaciones activas en alta mar, en el momento del ataque.
Según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), la operación fue llevada a cabo con drones subacuáticos del tipo “Sub Sea Baby”, que detonaron cerca del casco del submarino, provocando daños significativos en su estructura externa. Kiev sostiene que el buque quedó temporalmente fuera de servicio, aunque no ha presentado pruebas concluyentes de que haya sufrido daños irreversibles.
El submarino afectado pertenece al Proyecto 636.3 “Varshavyanka”, conocido por la OTAN como clase Kilo, una de las plataformas más silenciosas y valiosas de la Flota rusa del mar Negro. Estas embarcaciones están diseñadas para lanzar misiles de crucero Kalibr, utilizados por Rusia en ataques contra infraestructuras y ciudades ucranianas. El valor estimado de este tipo de submarino ronda los 400 millones de dólares.
Tras el anuncio ucraniano, el Ministerio de Defensa de Rusia negó que el submarino haya sido hundido y afirmó que la nave no sufrió daños críticos, manteniéndose operativa. Moscú confirmó, no obstante, que se produjeron explosiones en el área portuaria, atribuyéndolas a un intento de ataque repelido por las defensas del puerto.
Analistas militares señalan que, aunque el submarino no se hundió, el hecho de haber sido alcanzado dentro de un puerto fuertemente protegido representa un hito relevante en la guerra naval moderna. El ataque demuestra la creciente capacidad de Ucrania para emplear drones subacuáticos contra objetivos estratégicos, incluso lejos de la línea del frente.
Este episodio se suma a una serie de operaciones con drones marítimos y subacuáticos que han obligado a Rusia a replegar parte de su flota y reforzar la seguridad de sus bases navales, evidenciando la vulnerabilidad de activos considerados hasta ahora altamente protegidos.
Fuentes: Reuters, El Diario.es, DW Español