Trump endurece postura migratoria: su lucha comenzó antes de llegar al poder
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 10 de mayo de 2025

Desde mucho antes de su ascenso a la presidencia en 2016, Donald J. Trump convirtió la lucha contra la inmigración ilegal en uno de los pilares fundamentales de su discurso político.
Su narrativa, marcada por frases como "They’re bringing drugs, they’re bringing crime, they’re rapists" ( Están trayendo drogas, están trayendo crimen, son violadores) lanzada en su anuncio de campaña en 2015, fue un claro indicio del enfoque duro y sin concesiones que adoptaría en materia migratoria.
Su visión fue celebrada por sectores conservadores y duramente criticada por defensores de los derechos humanos y comunidades migrantes.
La reciente orden ejecutiva firmada por Trump, promoviendo un programa de "autodeportación", es la continuación de una política que lleva años moldeando. En esta nueva etapa, Trump ha declarado que los inmigrantes indocumentados pueden "reservar su vuelo gratis", con apoyo financiero incluido, si deciden abandonar voluntariamente Estados Unidos.
La medida no solo evoca políticas similares promovidas en gobiernos anteriores, sino que también refuerza su histórica narrativa de “ley y orden”, en la que la migración irregular se convierte en una amenaza a la soberanía nacional.
Este anuncio refleja la misma lógica que sustentó la construcción del muro fronterizo con México, la implementación de la política de “tolerancia cero” y la separación de familias en la frontera durante su primer mandato.
Su administración incluso revocó protecciones a ciertos grupos de inmigrantes como los beneficiarios de DACA y TPS, mostrando un patrón de hostilidad institucional que ahora busca retomar con mayor fuerza.
El mensaje publicado en su cuenta oficial en X (antes Twitter), donde advierte castigos y deportaciones “súbitas”, no solo tiene un propósito legal, sino político: reactivar a su base electoral con el tema que lo catapultó al poder.
El programa de autodeportación, presentado como una solución humanitaria y económica, oculta un trasfondo coercitivo, donde el miedo a la deportación inmediata deja a los inmigrantes pocas opciones.
La lucha de Trump contra la migración irregular, lejos de ser improvisada, ha sido una bandera constante, tejida con discursos, decretos, y acciones directas desde el inicio de su vida política. El presidente revive sus viejas promesas con renovado ímpetu.