Trump anuncia la reanudación de pruebas nucleares en EE.UU. Expertos alertan sobre una posible carrera armamentista
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 30 de octubre de 2025
El anuncio realizado este jueves por el presidente Donald Trump sobre la reanudación de las pruebas con armas nucleares en Estados Unidos marca un cambio radical en décadas de política de armamento atómico.
Según publicó Trump en su red social Truth Social, instruyó al Departamento de Guerra para que el país comience a probar sus armas nucleares “en igualdad de condiciones”, señalando que este proceso “comenzará de inmediato”.
El anuncio llega en un momento de creciente tensión nuclear a nivel global. Rusia, en el marco de su conflicto con Ucrania, ha probado recientemente un misil de crucero de propulsión nuclear, conocido como Burevestnik o Skyfall, así como un dron submarino armado con capacidad nuclear.
China continúa expandiendo su arsenal, construyendo nuevos silos de misiles, mientras que Corea del Norte presentó un misil balístico intercontinental con alcance potencial hasta territorio estadounidense. Estos desarrollos han generado preocupación sobre la estabilidad mundial y la posibilidad de una nueva carrera armamentista.
El comentario de Trump generó inmediatamente preguntas sobre la autoridad y logística de estas pruebas. Tradicionalmente, el arsenal nuclear estadounidense ha sido gestionado por el Departamento de Energía y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, no por el Departamento de Defensa, lo que hace que la instrucción presidencial implique desafíos burocráticos y técnicos significativos.
Desde 1992, Estados Unidos no realiza detonaciones nucleares, confiando en modelos informáticos y pruebas indirectas para garantizar la funcionalidad de su arsenal, que consta de más de 5,200 ojivas nucleares.
Rusia posee alrededor de 5,580, mientras que ambos países concentran cerca del 90 % del total mundial de ojivas atómicas.
Históricamente, EE.UU. llevó a cabo 1,030 pruebas nucleares entre 1945 y 1992, incluyendo detonaciones atmosféricas y subterráneas. La última prueba, denominada Divider, tuvo lugar en septiembre de 1992 en Nevada. La pausa prolongada en los ensayos se debió al colapso de la Unión Soviética y al compromiso estadounidense con el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares de 1996.
Sin embargo, otras potencias como India, Pakistán y Corea del Norte han continuado sus programas de pruebas, mientras que Reino Unido, Francia e Israel mantienen arsenales nucleares activos.
Expertos advierten que reanudar los ensayos nucleares podría tener un efecto desestabilizador inmediato. Según un artículo publicado por el Bulletin of Atomic Scientists, un solo test podría desencadenar “una serie de eventos incontrolables”, incentivando a otros países a reiniciar sus pruebas sin temor a represalias políticas o económicas. Además, cualquier objetivo científico de estas pruebas quedaría eclipsado por las implicaciones políticas y de seguridad global.
Se espera que, si se realizan, las pruebas se lleven a cabo en los centros de Nevada, aunque sería necesario reconstruir y preparar las instalaciones, que llevan más de 30 años sin usarse. Estudios internos estiman que cada prueba requeriría entre dos y cuatro años de planificación, movilizando recursos humanos y logísticos de gran envergadura. En suma, la decisión de Trump no solo rompe con la tradición de décadas, sino que podría marcar un punto de inflexión en la geopolítica nuclear del siglo XXI.