El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó duras críticas contra la Organización de Naciones Unidas (ONU) durante su intervención en el Debate General de la Asamblea, cuestionando su eficacia, acusándola de fomentar la migración descontrolada y pidiendo una reestructuración profunda del organismo.

“¿Cuál es el propósito de las Naciones Unidas? Ni siquiera se acerca a cumplir con su potencial”, afirmó el mandatario, quien sostuvo que la ONU “solo produce palabras vacías” y que su burocracia no ofrece resultados acordes con los recursos que recibe.

Trump aseguró que, mientras su gobierno contribuyó a terminar con siete conflictos, la ONU “ni siquiera ha querido ayudar”. En su opinión, la acción y no las declaraciones son las que resuelven las guerras.

El mandatario dedicó parte de su discurso a Gaza, reiterando que Hamás ha rechazado ofertas de paz desde el ataque del 7 de octubre, e hizo un llamado urgente a detener la guerra. También habló de la guerra en Ucrania, advirtiendo que, si Rusia no se muestra dispuesta a negociar, Estados Unidos impondrá una “ronda muy severa de aranceles” e instó a Europa a sumarse a sanciones más estrictas: “Ellos están mucho más cerca, no pueden seguir comprando petróleo y gas ruso”.

Otro de los ejes de su intervención fue la inmigración. Trump agradeció a El Salvador por colaborar en la detención de delincuentes deportados desde EE. UU. y defendió las políticas de mano dura de su administración. Según dijo, las medidas de deportación masiva lograron reducir los cruces ilegales en la frontera. “Es hora de poner fin al fallido experimento de las fronteras abiertas. Sus países se están yendo al infierno”, lanzó a las naciones europeas.

El presidente fue más allá y acusó a la ONU de financiar la migración irregular: “En lugar de proteger fronteras, las Naciones Unidas financian un ataque contra los países occidentales, proporcionando comida, transporte y hasta tarjetas de débito a inmigrantes ilegales”.

En otro tramo de su discurso, Trump advirtió sobre el peligro de armas biológicas y de destrucción masiva, planteando que EE. UU. liderará un esfuerzo global para detener su producción, con un sistema de verificación apoyado en inteligencia artificial. También alertó que el uso de armas demasiado poderosas podría llevar al “fin del mundo”.

El presidente no dejó pasar la oportunidad de cuestionar las energías renovables y calificó el cambio climático como “la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo”, criticando lo que llamó una “estafa verde” que limita el desarrollo económico.

Finalmente, a pesar de las tensiones comerciales con Brasil, Trump destacó su buena relación personal con Luiz Inácio Lula da Silva, a quien abrazó tras su intervención: “Tenemos excelente química”, aseguró.

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