Suspendieron el transporte de hemodiálisis en Holguín y pacientes alertaron un escenario “cruel e insostenible”
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 22 de diciembre de 2025
La suspensión del transporte estatal para pacientes de hemodiálisis en la provincia de Holguín encendió las alarmas entre enfermos, familiares y personal sanitario, que describieron la situación actual como límite. Desde hace aproximadamente dos semanas, el servicio de traslado gestionado por Salud Pública quedó detenido por falta de combustible, confirmaron varios afectados al medio independiente 14ymedio.
Hasta que se anunció la paralización, ómnibus estatales recogían a los pacientes en distintos municipios y los llevaban a los centros donde se realiza el tratamiento: el Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez Landín y el Hospital General Universitario Vladimir Ilich Lenin. Con las guaguas fuera de servicio, la responsabilidad del traslado recayó de golpe sobre los propios enfermos y sus familias.
El impacto fue inmediato y devastador, sobre todo para quienes viven fuera de la capital provincial. Muchos se vieron obligados a recorrer largas distancias en vehículos particulares, con viajes que superan las dos horas y costos que alcanzan miles de pesos por sesión. Todo ello en un contexto donde la hemodiálisis no admite aplazamientos y los pacientes suelen salir del procedimiento en condiciones físicas muy delicadas.
“Esto para mí es de vida o muerte, no es algo que yo pueda postergar o dejar para otro día”, contó una joven de 30 años que recibe hemodiálisis desde hace 12 años y que recientemente tuvo que viajar desde Rafael Freyre hasta Holguín pagando el trayecto de su bolsillo. “Tengo que venir tres veces por semana. Solo en transporte ya es imposible de sostener”, explicó. Cada viaje, junto a un acompañante, supera los 3.000 pesos diarios. “Tengo que venir acompañada, porque salgo prácticamente sin fuerzas. Es una locura”, añadió.
La hemodiálisis es un proceso invasivo y agotador, que implica varias horas conectados a máquinas que sustituyen la función renal y deja a los pacientes en un estado de extrema debilidad. A ello se suman enfermedades asociadas frecuentes, como diabetes, hipertensión, anemia crónica o infecciones. Incluso para quienes viven dentro de la ciudad de Holguín, el problema persiste: un simple traslado en triciclo eléctrico puede costar entre 1.000 y 1.500 pesos por persona. Con tres sesiones semanales, el gasto mensual supera con facilidad los 12.000 pesos, y puede rebasar los 20.000 si el paciente necesita acompañante.
“Uno siente que está completamente abandonado”, relató otro enfermo que acude al Clínico. Señaló además que el deterioro del equipamiento hospitalario agrava el panorama. “Muchas máquinas están rotas y las que funcionan no descansan. Cuando a eso se suma la falta de transporte, el proceso se hunde”, afirmó. Según estimaciones compartidas por familiares, más de un centenar de personas en la provincia dependen de la hemodiálisis de manera regular.
El combustible no es el único obstáculo. Pacientes denunciaron también la escasez de insumos médicos, lo que los obliga a adquirirlos en el mercado informal. “Desde las agujas hasta gasas y soluciones, casi todo hay que comprarlo por fuera”, afirmó la joven de Rafael Freyre, en referencia a puntos de venta informales de la ciudad.
Uno de los aspectos que más preocupa es la reutilización de agujas de hemodiálisis. Varios testimonios aseguraron que, ante la falta de material, algunas han sido usadas hasta cinco veces por paciente. “Eso es peligroso porque puede provocar infecciones y además es muy doloroso, porque la aguja ya no está en las mismas condiciones”, explicó una afectada. En un tratamiento tan crítico, cualquier deficiencia en la esterilización puede derivar en complicaciones graves.
La crisis se profundizó en diciembre, cuando el desabastecimiento general de combustible restringió el uso de cientos de vehículos en la región. Los pacientes dijeron haber acudido a las direcciones municipales de Salud Pública, donde la respuesta se limitó a que “no hay combustible por el momento” y que el servicio se reanudará “cuando se pueda”, sin fechas concretas.
Hasta ahora, no se ha emitido un comunicado oficial sobre la situación. Fuentes médicas consultadas por 14ymedio indicaron únicamente que “se están buscando alternativas” para garantizar el traslado de los pacientes, aunque sin precisar cuándo podrían ponerse en marcha. Mientras tanto, para decenas de enfermos renales en Holguín, cada sesión se ha convertido en una carrera contra el dinero, el cansancio y el riesgo.