La Universidad de La Habana condena el paro estudiantil y se alinea con el régimen
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 4 de junio de 2025

La Universidad de La Habana (UH) ha dejado claro que no tolerará expresiones de disenso dentro de sus aulas. En un comunicado difundido este 3 de junio, la histórica institución rechazó de forma categórica el paro académico convocado por estudiantes de la Facultad de Matemática y Computación, quienes protestan por las recientes medidas de ETECSA que restringen severamente el acceso a internet.
En lugar de escuchar las preocupaciones de su comunidad universitaria, la UH decidió reafirmar su “lealtad incondicional” al Partido Comunista de Cuba (PCC), colocando los intereses del régimen por encima de los derechos estudiantiles. “Nada ni nadie interrumpirá nuestros procesos docentes”, señala el comunicado, en un tono que recuerda más a una orden militar que a un diálogo académico.
El pronunciamiento ocurre en medio de un ambiente creciente de inconformidad entre los estudiantes, particularmente tras las nuevas restricciones de ETECSA, que limitan las recargas nacionales a 360 CUP cada 30 días. Para muchos jóvenes cubanos, esta medida hace prácticamente inaccesible la conexión a internet, lo que no solo afecta su vida cotidiana, sino también su desarrollo académico y profesional.
Ante el descontento generalizado, un grupo de estudiantes de la UH convocó un paro indefinido a partir del 4 de junio, exigiendo la revocación de la medida, un diálogo real con los directivos de ETECSA y la participación del talento técnico estudiantil en la búsqueda de soluciones. Pero en lugar de respaldo, lo que encontraron fue la amenaza velada de represión académica.
A pesar de que otras instituciones como la CUJAE han mostrado cierta apertura a debatir las medidas, la dirección de la UH parece aferrarse a su papel de “trincheras ideológicas” del régimen. La misma FEU que días antes hablaba de buscar alternativas al “tarifazo”, ahora guarda silencio ante las demandas genuinas de sus compañeros.
La respuesta oficial ha sido una maniobra parcial de ETECSA: permitir a estudiantes adquirir un segundo paquete de 6 GB por otros 360 CUP, y liberar el acceso a unos 40 sitios educativos. Sin embargo, esta medida no resuelve el problema de fondo: las nuevas tarifas siguen siendo un obstáculo para la mayoría del pueblo cubano, cuyo salario mensual promedio no alcanza para cubrir el costo de una conectividad mínima.
El caso ha puesto en evidencia el papel subordinado de las universidades cubanas, que lejos de ser espacios para el pensamiento crítico y la libertad académica, actúan como extensiones ideológicas del Estado. Mientras los estudiantes claman por participación y derechos, las autoridades universitarias responden con consignas revolucionarias y alineamiento partidista.

Lo que comenzó como una protesta por el derecho a la conectividad podría escalar hacia una expresión más amplia de inconformidad juvenil. Los jóvenes han despertado. La pregunta es si la Universidad, la misma que un día se enorgulleció de ser cuna de rebeldes, está dispuesta a escucharlos o seguirá traicionando su verdadero espíritu.