Un terremoto de magnitud 6,1 sacudió el distrito de Sındırgı, en la provincia de Balıkesir, al noroeste de Turquía, causando la muerte de una mujer de avanzada edad y dejando 29 personas heridas.

La víctima fue rescatada con vida de entre los escombros, pero falleció posteriormente debido a las lesiones. El sismo provocó el colapso de 16 edificios, en su mayoría estructuras abandonadas y decenas de viviendas sufrieron daños estructurales graves.

Tras el evento principal, se registraron más de 200 réplicas, incluida una de magnitud 4,6, lo que llevó a las autoridades a emitir advertencias para que la población no ingresara a construcciones dañadas. La respuesta de emergencia movilizó a 1 100 rescatistas y 50 equipos técnicos, quienes trabajan en la evaluación de daños, búsqueda de posibles víctimas y atención a los afectados.

En el marco de las investigaciones, las autoridades detuvieron al propietario y al contratista de uno de los edificios colapsados bajo sospecha de negligencia. Se busca determinar si hubo incumplimiento de las normas de construcción o uso de materiales inadecuados que contribuyeran al derrumbe. Esta acción forma parte de un procedimiento judicial destinado a esclarecer responsabilidades y establecer posibles sanciones.

El terremoto ha vuelto a poner en evidencia la vulnerabilidad sísmica de la región y la necesidad de reforzar las regulaciones en materia de construcción, así como de implementar medidas preventivas que minimicen riesgos ante futuros eventos.

Las autoridades locales y nacionales han reiterado el llamado a revisar la seguridad estructural de los inmuebles y a que la ciudadanía permanezca atenta a las indicaciones oficiales mientras se mantienen las labores de inspección y asistencia.

El gobierno turco, junto con organizaciones de ayuda, ha dispuesto zonas de alojamiento temporal para las personas cuyas viviendas quedaron inhabitables. Además, se han iniciado trabajos de limpieza de escombros y recuperación de servicios básicos en las áreas afectadas. Ingenieros y expertos en sismología continúan analizando la actividad telúrica para evaluar el riesgo de nuevas réplicas y determinar el impacto geológico del movimiento.

Este episodio, que dejó una estela de daños y temor en Balıkesir, marca uno de los eventos sísmicos más significativos de los últimos meses en Turquía y refuerza el debate sobre la preparación y respuesta ante desastres naturales en zonas de alta actividad tectónica.

Recomendado para ti