Semana de fracasos para la Serie Nacional en Cuba: tres strikes
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 25 de septiembre de 2025

La Serie Nacional de Béisbol en Cuba vuelve a verse sacudida por una suspensión que, más allá del terreno, revela la magnitud de la crisis que vive el país. El esperado enfrentamiento entre Industriales y Granma no pudo celebrarse porque anoche se fue la corriente eléctrica y los peloteros no pudieron descansar lo suficiente para jugar hoy la mañana, tal como estaba programado. Una razón que, aunque parezca insólita, se convierte en un reflejo de la realidad cotidiana de millones de cubanos.
Vale recordar que esta misma subserie ya había sufrido atrasos debido a los problemas en la transportación, lo que marcaba de antemano la fragilidad de la organización del campeonato. A eso se suma la contradicción evidente: la decisión oficial de programar los juegos de día para que la crisis energética no afectara el desarrollo del torneo. Sin embargo, el caso demuestra que ni siquiera ese ajuste logra garantizar el normal desarrollo del principal espectáculo deportivo del país. El apagón nocturno terminó afectando igual, pues sin descanso los peloteros no estaban en condiciones de competir.
El hecho abre la puerta a un análisis más amplio. El béisbol, considerado pasatiempo nacional, se convierte en un espejo de lo que viven cotidianamente los trabajadores cubanos. Médicos, mecánicos, choferes, maestros, estudiantes… todos sufren los cortes eléctricos que no solo trastocan la vida doméstica, sino también el rendimiento laboral y académico. ¿Qué ocurre cuando un cirujano llega sin descanso a un hospital, un maestro a su aula o un chofer a manejar un ómnibus repleto? En todos los casos, la consecuencia es la misma: agotamiento, falta de eficiencia y deterioro en la calidad de lo que hacen.
Lo ocurrido con Industriales y Granma, más que un incidente deportivo, ilustra el estado de precariedad en que se desarrolla hoy la vida en Cuba. La pelota no escapa a esa realidad y termina siendo víctima de los mismos problemas estructurales que aquejan a toda la sociedad. Los juegos suspendidos no son solo un marcador vacío en el calendario de la Serie Nacional: son el retrato fiel de un país donde la falta de energía se ha convertido en un obstáculo permanente para el trabajo, el descanso y también para el entretenimiento.