Rusia apuesta fuerte por Cuba pese a la crisis: más combustible, pero sin garantías de pago
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 7 de abril de 2025

Moscú parece decidido a mantener a flote a su aliado caribeño a toda costa. En medio de la aguda crisis energética y económica que enfrenta Cuba, Rusia ha ofrecido un nuevo paquete de emergencia que incluye el envío de 80.000 toneladas de diésel y equipamiento por un valor estimado en 62 millones de dólares, a pesar de la incapacidad de La Habana para ofrecer garantías de pago.
La iniciativa fue anunciada por el viceprimer ministro ruso Dmitri Chernishenko durante la reunión de la Comisión Intergubernamental Cuba-Rusia. El funcionario confirmó que el Kremlin ya había enviado 100.000 toneladas de petróleo en febrero, como parte de un préstamo estatal anterior, y que ahora se propone un plan más amplio para tratar de frenar el colapso energético de la Isla.
Este paquete de ayuda incluye diagnósticos realizados por tres empresas rusas sobre el estado de las capacidades energéticas de Cuba, con vistas a una posible reestructuración. Sin embargo, tras décadas de ineficiencia, corrupción y deterioro estructural en el sistema eléctrico cubano, la inversión rusa corre un alto riesgo, especialmente considerando que el país no cuenta con los medios económicos para retribuir con pagos o garantías tangibles.
Mientras tanto, los apagones siguen asfixiando a la población. Durante el último fin de semana, la estatal Unión Eléctrica reportó déficits que superaron los 1.600 megavatios en horarios de máxima demanda, dejando a millones de cubanos sin electricidad durante más de 24 horas consecutivas. Las causas son múltiples: unidades termoeléctricas fuera de servicio, centrales de generación sin combustible y falta de lubricantes para mantener operativas otras plantas.
En este contexto, la apuesta rusa va mucho más allá de un simple gesto diplomático: se trata de una jugada estratégica con la esperanza de conservar influencia en un socio histórico que, aunque en bancarrota, sigue siendo geopolíticamente útil. La Habana, por su parte, no tiene con qué pagar, ni en dinero ni en productos. Su modelo económico colapsado, la pérdida de credibilidad internacional y la fuga masiva de capital humano agravan su situación.
A pesar de las muestras públicas de respaldo, como las declaraciones de Miguel Díaz-Canel sobre el fortalecimiento de los lazos bilaterales, desde Moscú también llegan señales de impaciencia. Funcionarios rusos han exigido a las autoridades cubanas resultados concretos y rapidez en la implementación de los acuerdos, en un claro intento de evitar que la ayuda termine diluyéndose en la ineficiencia sistémica del régimen.
La relación entre Rusia y Cuba atraviesa un momento de tensión encubierta: mientras uno pone sobre la mesa millones en recursos, el otro ofrece promesas y lealtad política, pero sin capacidad real de devolver el favor. Aún así, para el Kremlin, mantener su presencia en la Isla puede valer más que cualquier ganancia económica inmediata.