La piña se pudre en Ciego de Ávila, hasta cinco días demoran los productores para entregar sus camiones de fruta porque la fábrica que la procesa, ubicada en el municipio avileño de Majagua, no tiene capacidad para tantos quintales.

El reportaje del diario Invasor, bajo la redacción del periodista José Alemán Mesa trata de abordar todos los puntos de vista de la situación que parte de la sobresaturación de la fábrica estatal cuya tecnología obsoleta y los constantes apagones no le permiten una marcha elevada de procesamiento: "Apiñamiento en fábrica conservera de Ciego de Ávila".

Hace unos días se hacían virales las imágenes publicadas por el reportero sobre la acumulación de toneladas de fruta en la entidad.

Ahora detalló el problema: en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Conservas de Frutas y Vegetales de Ciego de Ávila, hay en patio cerca de dos normas por encima de la establecida, que es de 2 100 quintales, a procesar en dos turnos, o sea, 16 horas.

Dainier Ortiz Duquesne, jefe de patio, dijo que el 27 de mayo último había 215 cajones recogidos, con 112 t de la fruta a la intemperie. Si en uno de estos días apretados se procesan 70 t, más o menos, eso quiere decir que Conservas Majagua posee dos o más jornadas de retraso en el molimiento. Un buen día, a full, es de 100 t.

Sumado a eso dentro de la entidad, esperaban seis camiones por ser vaciados y otros tres lo hacían afuera. A eso hay que añadirle que, con los recursos disponibles, solo se liberan tres o cuatro camiones en ocho horas.

La situación tiene varias aristas y Jorge Calvo Fariñas, jefe de producción de la fábrica majagüense, muestra una de ellas “el problema no es en qué se almacena la piña, cajas paletas hay, sino el arribo excesivo, experimentado en las últimas semanas, sin una correcta programación; envíos que superan la capacidad de procesamiento diaria de una fábrica con vieja tecnología, que hoy tiene roturas y es también afectada por los apagones”.

 Pero los productores prefieren cruzar el país desde Occidente hasta el Centro porque la fábrica de Ciego de Ávila paga 700 pesos el quintal, si la cosecha es transportada por ellos mismos, precio más alto que el de la Empresa Agroindustrial Victoria de Girón, en el municipio matancero de Jagüey Grande, por ejemplo, que ofrece al productor o a la base productiva, más o menos, 420 pesos por igual cantidad.

El problema es que nadie previó que la piña iba a llegar al unísono y la cantidad contratada era hasta ciertas cuentas posible de procesar, si los apagones también no influyeran.

Lo que ocurrió entonces es que se paró la recepción del producto para organizar el proceso.

Para el reportero José Alemán “no era difícil ponerse de acuerdo con tres unidades básicas de producción agropecuaria, con Acopio Los Arabos, con dos CCS y tres productores independientes, para atajar los cortes y lograr coordinar los envíos.

Parar la recepción sin embargo, afecta a los productores, tanto como las demoras.

Alemán reseña las declaraciones de uno de ellos quien se muestra preocupado, porque ese estancamiento que representa dinero que tiene que pagar a la base de Tranzmec de Jatibonico.

Maikel Rodríguez González, productor matancero explicó que “contrató 3 000 quintales y ha traído 1 300, por lo que la diferencia está por sumarse, pero antes debe estabilizarse “la cosa”. Ha dado dos viajes, en cada uno la demora ha sido de tres jornadas, pasándose como cinco días para consumar la venta”.

A la piña todavía le quedan jornadas y como recuerda el periodista , otra situación se acerca “la arrancada de la zafra del mango, cuya maduración se ha visto adelantada por las lluvias y la fecha fijada por tocar campanas es este primero de junio”.

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