¿Con qué dinero compra Lis Cuesta sus caprichos?
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 10 de mayo de 2025

Lis Cuesta Peraza, esposa del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, es conocida por su apodo de “la Machi” y por su creciente protagonismo en la vida pública del país. Pero más allá de sus discursos huecos y frases que hacen temblar las redes por su incoherencia, Lis Cuesta ha llamado la atención por una razón aún más irritante para muchos cubanos: su gusto desmedido por el lujo y las marcas extranjeras, en una nación donde el pueblo apenas sobrevive.
Desde que se hizo visible como primera dama —título informal que ella misma se ha atribuido, en un país que oficialmente no reconoce ese rol— Cuesta ha sido vista luciendo relojes de diseñador, carteras costosas y prendas de firmas internacionales.
Las plataformas digitales se han llenado de imágenes suyas con zapatos Mary Jane de diseñador, vestidos de cortes exclusivos, carteras de piel de marcas como Carolina Herrera, Michael Kors, Louis Vuitton, Hermes y accesorios que no se encuentran ni en las tiendas de lujo de Varadero, sino solo en boutiques extranjeras.
Uno de sus accesorios más comentados fue un reloj suizo que, según expertos en relojería, sobrepasa los 2,000 euros.
También ha sido vista con blusas y chaquetas que recuerdan modelos de firmas europeas como Zara o Massimo Dutti, aunque en versiones claramente importadas, no disponibles en el mercado cubano.
Lo más llamativo es que muchos de estos lujos han sido lucidos en contextos oficiales, durante viajes por países donde los discursos del régimen cubano se adornan con palabras como “igualdad”, “resistencia” y “soberanía”.
En medio de la grave crisis económica que atraviesa Cuba —apagones, inflación, desabastecimiento y éxodo masivo— la llamada “Machi” se pasea por actos oficiales y escenarios internacionales con un guardarropa digno de la aristocracia más encumbrada.
"Uno de los objetos que más ha dado de qué hablar son sus zapatos Mary Jane valorados en 409 dólares", según dijo en su perfil de Facebook Darien Toledo, "un lujo inalcanzable incluso para muchos cubanos emigrados".
En varios eventos se le ha visto con carteras valoradas hasta en 8,980 euros, como un modelo de Louis Vuitton que aparece en catálogos europeos de alta gama. Las imágenes también han captado relojes de pulsera cuyo precio oscila entre 130 y 536 euros, dependiendo del modelo y la marca —desde Tissot hasta variantes de Michael Kors y Fossil—, que contrastan violentamente con la realidad de un país donde el salario mensual promedio no supera los 20 dólares.
Su ropa, muchas veces imitación directa de colecciones de Zara, Mango o incluso Carolina Herrera, está siempre cuidadosamente seleccionada para destacar por la ridiculez y el mal gusto. Pendientes de marca, gafas de sol de diseñador y trajes que evocan la moda europea completan su look de no primera dama a la cubana.
Pero este despliegue de lujo, lejos de proyectar elegancia, ha provocado indignación, rechazo y vulgaridad.
Lis Cuesta no es solo una oportunista, es el símbolo viviente de la desconexión total entre el poder y el pueblo.
Mientras los cubanos huyen por mar o desbordan las fronteras en Centroamérica buscando un futuro, ella se exhibe desfachatadamente.
Su imagen es un insulto visual a cada madre cubana que no puede comprar leche para su bebé, a cada anciano que sobrevive con arroz y "pan".
La “Machi” se presenta como compañera del presidente, pero en realidad es su cómplice en el derroche, una mujer que ha hecho del lujo su escudo mientras la nación se desangra.
¿Con qué dinero compra Lis Cuesta sus caprichos? ¿Qué redes de privilegio la sostienen? Esa es la pregunta que muchos se hacen y que el régimen, en su descaro, jamás responderá.