El cubano Nelson Álvarez - quien se identifica en las redes sociales como “El Porfiao”- asegura que su vida no ha sido la misma luego de que se hiciera viral una publicación en la que dijo que había firmado el permiso para que su hijo saliera del país.

"Paradójicamente esta foto que como todos saben recorrió el mundo por una de mis publicaciones devenida viral tal vez por tratar un tema sensible por estos días (la firma de la autorización para la salida del país de mi pequeño)", explicó.

"Una foto simple, con mi hijo, me convirtió en hereje para algunos y un ejemplo para otros, mi vida a partir de ahí no fue la misma. Es difícil caminar por la calle y que la gente te ignore, todo lo contrario, si vas a un restaurante, a la bodega, una tienda, ahí te reconocen y en muchos casos te halagan pero en otros te miran como aquel desajustado que violó cánones y principios inquebrantables", agregó.

En su texto “El Porfiao” explica que todo ocurrió "por hacer uso de un derecho básico inherente a cualquier ser humano, digamos que hasta bíblico, mi libre albedrío, la voluntad de decidir lo que estime correcto aún cuando resulte altisonante o inconvergente. Así de complicado resulta una simple toma de decisión donde tus argumentos pueden representar una blasfemia, una execración, injuria,imprecacion, ultraje o vituperio".

"Mis motivos fueron explicados de manera diáfana e irrebatible, no dije nada ajeno a la realidad del cubano, nada que sea contrario a nuestro día a dia.... !QUÉ ABSURDO¡", concluyó.

Álvarez contó su experiencia a inicios de este mes en un texto publicado en su página "El Porfiao, la verdad libera".

“Solo quiero que compartan este post, tal vez el más doloroso y triste que he hecho, para que esos padres que como yo se ven este dilema lacerador, tomen conciencia de que se trata del bienestar y el futuro de nuestros hijos, que va más allá del dolor que podamos sentir al tomar tan difícil decisión”, dijo.

“Alguien me preguntó: ¿dejarás ir a tu hijo? Y para no darle muchas vueltas al asunto le respondí: Sí, pues le gusta mucho la leche, pero ya tiene 7 años; porque no quiero que solo coma pollo, picadillo y perritos; para que no tenga que renunciar un día a sus sueños, para que un juguete no se convierta en su utopía, para que pueda escoger cómo y quién quiere ser sin que nadie se lo imponga", agregó.

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