La desesperación y el miedo se apoderan del Hospital Pediátrico “Octavio de la Concepción y de la Pedraja” en Holguín, donde un robo dentro de una sala de ingreso ha destapado la grave inseguridad que reina en los centros de salud cubanos.

Una madre, que llevaba nueve días acompañando a su hija enferma de dengue, denunció que un desconocido entró a su cubículo durante la madrugada y le robó el teléfono celular mientras dormía.

“Se metieron como si nada, sin vigilancia ni control. El teléfono se recupera, pero el miedo de que pase algo peor, de que se lleven a un niño, no se quita”. Su testimonio refleja el desamparo de cientos de familias que viven situaciones similares en hospitales de todo el país.

La publicación provocó una ola de indignación en redes sociales. “Por desgracia esa es la situación que se vive en todos los hospitales de Holguín. Los custodios se hacen de la vista gorda y los vendedores entran como si nada”, comentó Rachel Rodríguez. Otros usuarios confirmaron el caos: “Si se roban los insumos médicos y nadie hace nada, ¿cómo no van a robar teléfonos?”, escribió Yoyi Labrada.

“En Guantánamo roban canastillas enteras. Nadie quiere ser custodio ganando 2.300 pesos con tanta responsabilidad”, señaló Eridania Coronado, mientras otra usuaria, Lourdes Camilo, afirmó: “Los ladrones están dentro, tienen acceso a todo el hospital. En ningún lugar estamos protegidos”.

El robo, más allá de un hecho aislado, se suma al colapso sanitario que atraviesa elpaís. Las salas pediátricas están abarrotadas por el aumento de casos de dengue infantil. Decenas de niños llegan cada día con fiebre, vómitos y dolores musculares, mientras los apagones y la falta de agua agravan la proliferación de mosquitos.

“Esto es un caos. Los hospitales están sucios, sin medicamentos, sin higiene y ahora también sin seguridad”, lamentó una internauta. Otros comentarios apuntan a la raíz del problema: “Las cárceles llenas de inocentes por pensar diferente y los delincuentes afuera”, escribió Teresa de la Cruz Vega.

Sin cifras oficiales ni respuestas del régimen, los cubanos solo cuentan con sus propias voces para denunciar un panorama que empeora cada día. “Ya no confiamos ni en los hospitales”, concluyó la madre holguinera. “Aquí nadie nos protege, ni de los mosquitos… ni de los ladrones.”

Del perfil de La Tijera

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