Régimen anuncia el regreso de la tilapia en Granma, pero la crisis de precios sigue fuera del debate
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 24 de diciembre de 2025
En plena escalada de la crisis alimentaria que afecta a miles de hogares en Cuba, las autoridades informaron sobre la reactivación del cultivo de tilapia en la provincia de Granma, una iniciativa que presentan como parte de los esfuerzos para mejorar el abastecimiento, aunque sin tocar el punto que más golpea a la población: el costo de los alimentos, cada vez más fuera del alcance de salarios y pensiones.
De acuerdo con el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, la Unidad Empresarial de Base (UEB) Cali Sur destinó 20 hectáreas al cultivo de tilapia, tras los daños provocados por el huracán Melissa en otras áreas productivas.
Según explicó Manuel Yero, jefe del área de producción, ya fueron sembrados tres estanques —dos de 0,5 hectáreas y otro de una hectárea— con 131.000 alevines, que actualmente pesan entre 7 y 30 gramos.
El directivo detalló que el plan apunta a que los peces alcancen talla comercial, entre 450 y 500 gramos, en un periodo aproximado de cinco meses. Una vez listos, añadió, la producción se destinará por completo a la venta en puntos de la propia empresa y en otros mercados locales.
Aunque la instalación no reportó afectaciones graves tras el huracán, la entidad reconoció que el cultivo de camarón quedó detenido. Para sostener ingresos, la empresa recurrió de forma temporal a brigadas de pesca y a la producción de croquetas como alternativas de emergencia.
En paralelo, para asegurar el suministro de alevines, la UEB gestiona opciones en Bartolomé Masó y en La Habana, debido a que el centro local de alevinaje se encuentra inactivo por el momento.
Sin embargo, más allá de los anuncios productivos, la realidad diaria de muchas familias cubanas continúa marcada por el encarecimiento extremo de la comida. En la práctica, incluso cuando ciertos productos llegan a los mercados, sus precios suelen superar con creces la capacidad de compra de la mayoría, lo que convierte cualquier “recuperación” en un alivio limitado o directamente simbólico.
Mientras el Gobierno multiplica programas agrícolas y reportes de producción, el problema estructural permanece: la comida puede estar, pero para una parte importante del país resulta impagable. En ese escenario, el regreso del cultivo de tilapia difícilmente se traduce en una mejora inmediata para los hogares, donde la inseguridad alimentaria sigue pesando como una de las expresiones más visibles de la precariedad.