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Retrasos y caos en Correos de Cuba: motos y paquetes atrapados en la ineficiencia estatal

Redacción de CubitaNOW ~ martes 8 de julio de 2025

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El Grupo Empresarial Correos de Cuba enfrenta una crisis logística que refleja no solo problemas operativos, sino el colapso sistémico de un modelo que prioriza el control estatal sobre la eficiencia y el servicio público. La Empresa de Mensajería y Cambio Internacional (EMCI), encargada de los envíos internacionales y de la distribución de motos compradas desde el exterior, ha reconocido demoras que superan los 60 días, aunque en muchos casos —como el de las motos— el retraso se extiende por meses.

Las causas oficiales que justifican estos atrasos incluyen la falta de combustible, fallos eléctricos y la sobrecarga de envíos, lo que satura la ya limitada infraestructura logística del país. A esto se suma la dependencia de transportes internacionales, ya sea por vía aérea o marítima, cuyo paso final por la Aduana cubana puede ralentizarse aún más por procesos burocráticos y falta de recursos.

Sin embargo, más allá de las excusas técnicas, el problema es estructural. Correos de Cuba opera bajo los mismos mecanismos centralizados e ineficaces que caracterizan a otras entidades estatales: planificación vertical, poca capacidad de respuesta, desactualización tecnológica y falta de competencia. El proceso para registrar un paquete en el Sistema Integrado Postal (SIP) solo comienza una vez liberado por la Aduana, y a partir de ahí se inicia un nuevo calvario de clasificación, facturación, transportación y entrega, muchas veces sin información actualizada para el cliente.

Particularmente crítico es el caso de las motos eléctricas, que muchas familias han adquirido con esfuerzo desde el exterior como solución ante la crisis del transporte. Prometidas por agencias vendedoras en un plazo de 15 días, las motocicletas demoran meses en ser entregadas. Además, su distribución está restringida a solo tres puntos en todo el país: La Habana (occidente), Villa Clara (centro) y Holguín (oriente), generando malestar e inconformidad entre los compradores.

A pesar de los anuncios de "estudio de alternativas" y de priorización en aduana para ciertos productos, la falta de soluciones concretas mantiene el problema sin visos de resolución. Mientras tanto, una planta automatizada que podría mejorar el procesamiento continúa fuera de funcionamiento, a la espera de un equipamiento eléctrico importado que nunca llega.

En un país donde los ciudadanos dependen cada vez más de compras y envíos desde el extranjero ante el desabastecimiento interno, la ineficiencia de Correos de Cuba agrava la frustración y pone en evidencia un modelo económico que, lejos de modernizarse, se hunde en su propio letargo.



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